Le preguntamos a una candidata a la Cámara de
Representantes por qué lanzarse al ruedo de la política y cuál es su plan
dentro de ésta.
Entrevista a Juanita
Goebertus Estrada
Candidata a la Cámara
de Representantes por Bogotá
Partido Verde – 110
A poco tiempo de las elecciones legislativas decidimos
entrevistar a una candidata a la Cámara de Representantes para que respondiera
algunas inquietudes recurrentes entre los jóvenes que viven en Bogotá.
Por: Sara Gaviria Álvarez
Foro Javeriano: ¿Quién es Juanita Goebertus?
Juanita Goebertus Estrada: Soy abogada y politóloga de los Andes con maestría en
Harvard. He dedicado mi vida a tender puentes entre quienes piensan diferente.
Lo hice desde el Ministerio de Defensa entre el mundo militar y el mundo de los
derechos humanos, también desde la Oficina del Alto Comisionado para la Paz,
entre las FARC y el Gobierno para ayudar a terminar una guerra de más de 50
años. Y más recientemente busqué puntos de encuentro entre quienes votaron no y
quienes votaron sí. Pero, sobre todo, soy una ciudadana que se le midió a la
política para transformarla desde adentro.
¿Cómo transformar la política desde adentro?
Primero que todo, con un
principio básico de política transparente. En segundo lugar, buscando consensos
entre quienes piensan diferente. El ejercicio de la política no puede ser llamar
la atención sobre sí mismo, sino que tiene que enfocarse en dialogar,
argumentar, escuchar al otro y entender su punto de vista para, así, buscar
soluciones que permitan encontrar puntos en común y que permitan resolver
problemas de la mejor manera.
¿Cómo recuperar la confianza de los jóvenes en las instituciones y en el
sistema electoral?
A través del ejemplo. Las
personas elegidas deben empezar a ejercer sus funciones de manera seria,
garantizando que leen cada proyecto de ley antes de votarlo y haciendo toda la
investigación técnica para que las políticas públicas que salgan del Congreso
sean de la mejor calidad posible.
Este es un momento muy difícil
para pedirle a los jóvenes que voten porque la apatía y la desconfianza llevan
a pensar que nada va a cambiar. Sin embargo, el único camino para cambiar esa
situación es ejerciendo el derecho al voto, garantizando que las personas que
son elegidas son personas idóneas, de principios, preparadas y con la capacidad
técnica para oír todas las distintas posiciones y para resolver los problemas
de fondo. Solo así podemos recuperar la confianza en las instituciones.
Durante los últimos períodos legislativos hemos visto que se invierte
muchísimo tiempo en proyectos de ley inocuos, en lugar de concentrar los
esfuerzos y el tiempo en discutir proyectos con un impacto real en la sociedad.
¿Cómo hacer el Congreso más eficiente?
Gran parte del problema que hay
en el Congreso es que el nivel de debate sobre las ideas y sobre los argumentos
es muy bajo. Casi siempre se quedan en discusiones retóricas que esconden en
muchos escenarios réditos políticos, electorales o incluso económicos, que son
las verdaderas discusiones detrás. Creo que para poder garantizar que el
Congreso se dedique a lo que es realmente importante, para que tenga una agenda
propia que no sea solamente la agenda del Gobierno de turno, es muy importante
asegurar que podemos dar debates con altura y que efectivamente podemos empezar
a explicarle a los distintos miembros del congreso, pero también a la
ciudadanía, por qué es tan importante que nos dediquemos a una serie de temas
claves para resolver los problemas graves del país.
¿Cuáles son esos temas claves para resolver los problemas graves del país?
Yo quisiera trabajar en tres
prioridades en particular.
Primero, una ley de seguridad
ciudadana. Colombia ha súper desarrollado su capacidad militar y la
profesionalización de sus fuerzas militares, lo que era necesario en un
contexto de guerra. Sin embargo, no se han hecho los mismos esfuerzos para
fortalecer la seguridad ciudadana. La necesidad latente de esta ley se ha visto
reflejada en Colombia, con el asesinato a líderes sociales, y en Bogotá con la
creciente ola de atracos y homicidios. Es necesario ponerse en marcha una
estrategia para cortar los pasos de financiación de los grupos criminales que
operan en la ciudad y una estrategia de atención a víctimas.
Segundo, poner en marcha la
segunda vuelta para la alcaldía de Bogotá, que asegure que los alcaldes sean
elegidos con la mayoría y no con el 33% y, de esta manera, se les permita
gobernar. No es posible que llevemos dos períodos – tanto con Petro como con
Peñalosa –en donde el gobernante de turno se la pasa defendiéndose de una
revocatoria al mandato en lugar de gobernar para el bienestar de los bogotanos.
Finalmente mi apuesta es por la
construcción de la paz en un sentido amplio. Colombia ha dado un paso
significativo con la dejación de las armas de las FARC y las garantías
jurídicas básicas para hacer esto posible. Hay toda una agenda legislativa que
pretende hacer frente a todas las condiciones que permitieron que el conflicto
se perpetuara durante tantos años. Yo le apuesto a un desarrollo legislativo
con la participación de los sectores que se opusieron al Acuerdo de Paz.
Durante la campaña legislativa el Partido Verde se ha enfocado en el tema
de combatir la corrupción con acciones. ¿Cuál es el plan a seguir?
A través de Claudia López y de
Angélica Lozano, el Partido Verde ha liderado la Consulta Anticorrupción. Esta
consulta surge después de ocho intentos fallidos de desarrollar la Ley de
Transparencia en el Congreso de la República, que incluía distintas medidas de
lucha contra la corrupción. A raíz de que se hunde definitivamente esta
iniciativa en el Congreso, se toma la decisión de acudir a la ciudadanía para
recoger firmas y convocar una consulta popular. Esta consulta incluye varias
medidas para cumplir con su finalidad: incluye medidas de transparencia para
garantizar que los congresistas tengan que declarar su patrimonio antes y
después de ser elegidos; incluye también medidas de rendición de cuentas sobre
las agendas de los congresistas y la prohibición para éstos de perpetuarse en
el poder; la reducción del salario de los senadores y representantes a la mitad
-esta disposición responde a una medida de equidad que busca garantizar un
congreso más cercano a la ciudadanía. Finalmente, la Consulta Anticorrupción
incluye una transformación de la distribución del sistema de cupos indicativos
como una de las principales fuentes de corrupción en el país.
¿Cómo impulsar desde el Congreso proyectos de ley para que los jóvenes
consigan trabajo?
Los jóvenes tienen un índice de
desempleo del 15%, que es superior al índice de desempleo de personas mayores
de 25 años. Hoy hay más de 100.000 jóvenes que ni estudian ni trabajan, de los
cuales el 70% son mujeres. Tenemos que garantizar que ponemos en marcha una
política pública que permita generar mejores vínculos entre la terminación de
los estudios de bachillerato y el ingreso a estudios técnicos que tengan la
posibilidad de acceder a primeros empleos. Una de las políticas que ha sido
exitosa en el país es Jóvenes en Acción, que desafortunadamente tiene muy baja
cobertura en Bogotá.
¿Cuál es el rol de los jóvenes en estas elecciones, tanto en las
legislativas como en las presidenciales?
Los asesores electorales siempre
dicen que un candidato no debería concentrar sus esfuerzos en jóvenes entre 18
y 25 años porque usualmente no votan, no pasan de las redes sociales al
ejercicio del derecho y el deber ciudadano de votar. Yo estoy convencida de que
esos jóvenes que hacen parte del 60% de abstencionistas tienen el potencial de
transformar la manera de hacer política. Si estos jóvenes ejercieran de manera
rigurosa y con juicio su derecho al voto ahí estaría el mejor potencial para
transformar este país.
¿Qué hacer frente a la polarización tan marcada que hay actualmente en
Colombia?
La polarización es uno de los
peores males de los que está sufriendo la sociedad colombiana. Esto se ve de
manera clara tanto a nivel nacional como a nivel local en Bogotá.
Desafortunadamente, existen polos opuestos políticos que se dedican a halar una
pita entre un extremo y otro casi siempre con intereses electorales, políticos
y económicos. En la mitad de esa pita, quedamos los ciudadanos, en particular
los jóvenes, que lamentablemente pueden llegar a ser usados por algún sector
político de manera utilitarista para acrecentar las divisiones. Tristemente,
esta pita se va a romper y somos los ciudadanos quienes vamos a sufrir las
consecuencias. Tenemos que garantizar que superamos estas diferencias ideológicas
para concentrarnos en lo importante: construir soluciones técnicas y
participativas que permitan generar mejores condiciones de vida para todos los
bogotanos y todos los colombianos, a pesar de las diferencias.
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