lunes, 9 de octubre de 2017

Siempre tras la Excelencia.


Abogado de entrega y disciplina 

Siempre tras la excelencia 



FORO JAVERIANO trae en esta edición el perfil de Álvaro Motta, referente del derecho constitucional en nuestra facultad, así como un destacado docente y profesional en el derecho. 

Autor: Juan José Díaz Martínez 

Para todo amante del derecho constitucional, la clase de Álvaro Motta es sencillamente imperdible. La majestuosa exposición de los conceptos tan abstractos que puede traer esta disciplina, hecha con la mayor de las simplezas, sumada a un manejo casi milimétrico de todos sus contenidos, convierten esta asignatura, dictada por este hombre, en algo realmente fascinante.  

Álvaro Motta Navas nació en Bogotá. Tuvo una infancia tranquila siendo el menor de 3 hermanos. El mayor es abogado de la Javeriana y el otro es médico de la misma alma máter. Sus papás son ambos abogados, su padre era abogado del Externado, y además congresista, pero lamentablemente fue asesinado cuando tenía 5 años. Su madre es egresada de la Javeriana. Pasó sus días en el colegio San Bartolomé la Merced.  

Entre los grados 10 y 11 decidió que quería estudiar derecho. Aunque no recuerda con precisión los motivos que le llevaron a tomar esa decisión. Sin lugar a duda la idea constante que lo llevó a estudiar derecho y lo sigue haciendo a toda hora, es que el derecho se ocupa esencialmente de la vida, de los valores de la vida y de los valores más sublimes de la vida, que son complejos de entender y requieren esfuerzo, dedicación y trabajo para el constante perfeccionamiento de su entendimiento. Además, en buena medida dependen de ello la felicidad de las personas. El derecho es una carrera de servicio, esa ha sido siempre su principal inspiración.  

Cuando se graduó del colegio San Bartolomé la Merced, recordaba que daban cuatro recibos del ICFES, por lo que se podía aplicar máximo a 4 universidades. Recuerda además que aplicó a las Universidades Javeriana, los Andes, el Externado y el Rosario. Siendo escogida la Javeriana porque su proyecto educativo fundamental se centraba en la persona, la cercanía con ellas, así como los valores. Sumado esto a su excelencia académica, su reputación y su prestigio. La escogió por elección, pues había pasado en todas las universidades a las que aplicó. 

Su experiencia en la universidad fue muy grata e importante. Era muy exigente académicamente en esa época, pues estudiaban mucho. Se pasaban muchas horas del día en la universidad, tenían clase incluso por las noches, haciendo que esta se fuera convirtiendo en su principal hogar. Estudió muchísimo y durmió poco, aunque igualmente hizo muchos amigos. 

Durante su época de universidad, los estudiantes no eran tan activos políticamente. Habían pasado ya las grandes movilizaciones de la Séptima Papeleta y la Constitución de 1991 no tocaba ya ser luchada en las calles, sino en las aulas donde empezaron a dimensionar su impacto y alcance en el ordenamiento jurídico. Fue una excelente época para expandir los estudios en derecho constitucional, pues el país estaba empezando a girar en torno a él. Pero los estudiantes de entonces vivieron más bien atemorizados, pues la guerrilla estaba muy fuerte y el narcotráfico constantemente ponía bombas en todo lado. Fue también una época de mucha violencia en Colombia. 

En la Javeriana conoció gente extraordinaria. Todos sus profesores lo marcaron, no guarda ningún recuerdo negativo de algún profesor, pues para él la planta de profesores en ese momento era absolutamente destacable, con los mejores juristas y profesores del país. Recuerda a todos con mucho cariño y particularmente se le vienen a la cabeza nombres como Carlos Darío Barrera, Bonivento, José Gregorio Hernández, Vladimiro Naranjo y del Padre Pepino, que le decían así por inteligente y era además todo un personajeEn esa época no había posibilidad de escoger profesor, por lo que se hacía imposible, como ahora, evitar a los más exigentes. Era un solo curso, como un colegio, con 60 personas. Recuerda en especial a sus decanos que fueron Juan Carlos Esguerra, Gustavo Zafra y el Padre Álvarez.  

A él le gustan todas las ramas del derecho, pero en general las mayores emociones que más se exacerbaban era cuando estudiaba derecho público y los retos que le planteaban el derecho constitucional, de forma más fuerte que cuando estudiaba las otras ramas. 

Empezó a leer, a acercarse al derecho constitucional. Trató de acercase a la persona en su esfera más fundamental, tratar de comprender al Estado en toda su dimensión. Y esas nociones en general lo llevaron a enfocar su interés en esa área. 

Desde el primer día en la universidad admiró ser docente y decidió en buena medida realizar todos sus esfuerzos para convertirse en uno, además en un buen profesor, para terminar, siendo el mejor. Lucha todos los días para convertirse en eso. 

Empezó como profesor auxiliar de filosofía práctica, que se dictaba en según año de derecho, y después fue profesor auxiliar de ideas políticas con Mauricio Reyes. Finalmente tomó la clase de constitucional general 1, que lleva dictando por casi 20 años. 

Hizo muchos estudios en Europa, pasando por Bolonia, Rey Juan Carlos I, Francisco de Vitoria, en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, en la Universidad de la Laguna, e hizo varias maestrías, posgrados y un doctorado en Derecho Constitucional. 

Recuerda que una vez, siendo profesor, estaba escribiendo en el tablero y cuando se volteó, un estudiante de la última fila le lanzó un papelito a uno que estaba en la primera fila. La víctima del papelito se volteó a buscar a su agresor, que no encontró, por lo que volvió la vista de nuevo al frente. Él se quedó viendo al que lanzó el papel, y este le hizo un gesto indicándole que por favor hiciera silencio y no le dijera a su compañero de al frente que había sido él. La juventud de ahora es muy distinta. 

Su gran hobbie es la música. Es un amante del Rock, del Hard Rock y el Heavy Metal, siendo Metallica su banda favorita. Fue músico durante muchos años, siendo el bajo su instrumento en un grupo que se llamaba Sv2, llegando incluso a tocar varias veces en Rock al Parque. No obstante, era el más pilo del curso, no faltaba a clase para ir a Rock al Parque. Ya no se dedica a eso debido a la gran carga de trabajo que tiene. 

Para él, el derecho constitucional es indispensable hoy en día, y más en Colombia donde todas las ramas del derecho han tenido en mayor o menor medida un proceso de constitucionalización. Es fundamental que los estudiantes se acerquen a esta disciplina para poder ser abogados. No se trata de gustos el estudiar derecho constitucional, es una obligación para poder saber de derecho en general. 

Actualmente se dedica a todo. Consultorías, asesorías, arbitramento, litiga en varias ramas del derecho y dicta clase. Tiene una firma de abogados, Motta Navas Abogados y Asociados, y es árbitro de las cámaras de comercio de Bogotá y Manizales. Es también conjuez de la Corte Constitucional de Colombia. Pero, sin lugar a duda, nada le gusta más que dictar clase. Tiene además una hija de 7 años que es todo un personaje. 

Espera de sus estudiantes que tengan la mejor nota, que todos saquen 5. Como profesionales igual espera que sean los mejores, que sean destacados y que dignifiquen la profesión.  

Para ellos además tiene el mensaje de que estudien bastante, se preparen mucho y tengan buena nota. Vale la pena ser el mejor de la clase. Lo que no se aprende durante la universidad toca aprenderlo en la vida, y que hay que sacar 5 siempre. Él cree en el estudio duro y espera que aprovechen la oportunidad de estar ahí. 

FORO JAVERIANO resalta su importante labor en la reciente creación y dirección de la maestría en Derecho Constitucional, así como en la dirección de la especialización en Derecho Sustantivo y Contencioso Constitucional de nuestra facultad. Ambos de los más apetecidos posgrados por los profesionales en derecho y con una destacable calidad académica dentro de todos los de nuestro país. 

También extendemos nuestra felicitación debido a su reciente participación en la terna de la Corte Suprema de Justicia para ser magistrado de la Corte Constitucional de Colombia. Esperamos que esta experiencia haya sido para él una fuente valiosa de aprendizajes, como persona y como profesional. 

Destacamos igualmente la labor que lleva realizando por mucho tiempo como profesor de planta en nuestra facultad, labor que realiza con entrega y disciplina. Invitamos a todos los estudiantes de la carrera a que tomen su dedicación y esfuerzo como ejemplo, tratando siempre de ser el mejor abogado y profesional posible. 

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