jueves, 21 de septiembre de 2017


¿Progreso o retroceso? 

Una revolución que está lejos de acabar 



En el último siglo hemos visto cómo se ha transformado el rol de las mujeres en la sociedad: decidieron dejar atrás esas costumbres machistas tradicionales, para luchar por sus derechos y por una sociedad más justa. 

AutoraStephanie Yepes Gutermilch. 

Para nadie es un secreto que durante siglos, e incluso, durante gran parte de la historia de la humanidad, la mayoría de las mujeres se encontraban al margen de todas las discusiones. En el siglo XX varias generaciones de mujeres se propusieron superar y dejar a un lado las eternas limitaciones a las que se veían enfrentadas. Estaban dispuestas a conquistar el mundo y obtener los derechos que durante mucho tiempo estaban exclusivamente en cabeza del hombre. 

La sociedad y la cultura Occidental, se ha encargado de formar una serie de paradigmas alrededor del sexo femenino y del sexo en general. Éstas debían quedarse en el hogar cuidando a los hijos, arreglando la casa y esperando a que su amado esposo llegara de trabajar. Eso sí, siempre debían estar bien arregladas y si se podía, entaconadas y enruladas, muy bien presentadas para su marido que las manteníaSin embargo este panorama era insostenible. Innumerables mujeres se rebelaron contra el sistema patriarcal y machista que gobernaba en las familias conservadoras y empezaron a exigir un mejor trato, uno equivalente al de los hombres. Pues a fin de cuentas somos seres humanos y todos tenemos los mismos derechos solo por ello.  

Algunas salieron a las calles usando pantalones con el fin de parecerse al sexo opuesto y dejaron de preocuparse excesivamente por su apariencia femenina o delicada a la que estaban acostumbradas a tener. Otras se propusieron obtener los cargos más altos o trabajos que tradicionalmente eran actividades exclusivas de los hombres. En la medida que se les reconoció el derecho al voto, la posibilidad de asistir a la universidad y a poder manejar sus bienes sin la intervención de sus padres o esposos, el mundo se enfrentaba a otras realidades. 

Una revolución sexual como estas se puede comparar con cualquier otra revolución que ha visto la historia de la humanidad. La liberación femenina e incluso la sexual se puede ver en muchos ámbitos, como por ejemplo, las píldoras anticonceptivas que fueron aprobadas en 1960 inicialmente sólo para mujeres casadas. En su momento, la activista Margaret Sanger impulsó y financió este método anticonceptivo pues creía fielmente en que las mujeres tenían el derecho de poder tomar decisiones sobre sus ciclos de fertilidad. 

Luego de tantas conquistas y aun cuando todavía queda un largo camino por recorrer, actualmente se puede ver cómo algunas mujeres están dando pequeños pasos hacia atrás.  Una parte de la población femenina ha dirigido su atención a la preocupación excesiva sobre su apariencia física y ha dejado de lado la importante trayectoria que se ha recorrido para tener los mismos conocimientos y posibilidades que los hombres.  

Hoy en día la publicidad y los medios de comunicación están dando un mensaje acerca de cómo es la mujer perfecta. Luego de tantos esfuerzos para poder salir de los hogares conservadores y machistas e ir más allá de las limitaciones que les imponía la sociedad, un preocupante número de mujeres está retornando a la mentalidad de hace unos años en donde reinaba la apariencia física e importaba menos el enriquecimiento intelectual. Se está exigiendo una imagen imposible de alcanzar, pues una mujer que desea ser exitosa profesionalmente pero que a la vez quiere tener una familia, no puede pasar cuatro horas diarias en el gimnasio. Una mujer de este estilo no puede tener las medidas perfectas, las 24 horas del día jamás le van a alcanzar. Entonces, ¿qué es lo que realmente espera la sociedad?  

El enganche comercial y los medios de comunicación se encargan diariamente de difundir falsos estereotipos sobre cómo debe ser la mujer ideal. Actualmente, persisten una serie de creencias, tabúes y desinformación entre las nuevas generaciones. Si bien ha habido innumerables conquistas, todavía hay un largo camino por recorrer. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario