lunes, 8 de mayo de 2017


Cuatro paraísos para visitar las próximas vacaciones 


Colombia: la meca del ecoturismo 



La idea del hotel cinco estrellas con todo incluido está mandada a recoger, así que FORO JAVERIANO le presenta cuatro hoteles y hostales ecosostenibles que resaltan la riqueza tan característica de nuestros paisajes, en los que podrá descansar y divertirse sin dejar nocivas huellas en el medio ambiente. 

Por: Natalia Botero y María Paulina Santacruz 

Durante la última década Colombia se ha puesto de moda como un destino diferente, atractivo, genuino y natural en el contexto del turismo mundial. Como colombianos tenemos muchos motivos para estar orgullos, pero principalmente son los paisajes y paraísos naturales lo que más atrae a los viajeros en el mundo. Es por eso que además tenemos que pensar en alternativas que no destruyan de manera desenfrenada al ecosistema. FORO JAVERIANO lo invita sumarse a los viajeros que se están lanzando a descubrir nuestro país y a caer en cuenta de que nosotros, como colombianos, tenemos el deber de conocer, cuidar y a valorar nuestra tierra. 

Minca Ecohabs, en medio de la Sierra Nevada y con vista al mar 

El pueblo de Minca, ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta a 650 metros sobre el nivel del mar Caribe, cuenta con este espectacular hotel que se caracteriza por estar rodeado de jardines tropicales que permiten a todos sus huéspedes establecer una conexión con la naturaleza, que sin duda ayudará a desconectarse del ruido y el afán de la ciudad. Los techos de las habitaciones son realizados con hojas de palma tejida y sus muros elaborados en construcción de mampostería, lo que sin duda alguna le da un toque muy especial. El hotel se encuentra a 35 kilómetros del parque Tayrona, y ofrece una alternativa de transporte para movilizarse a las increíbles playas de este lugar. 

El Almejal, unas vacaciones compartiendo hospedaje con delfines, ballenas y tortugas 

Esta magnífica reserva natural, ubicada entre el océano Pacífico y la selva húmeda tropical de Bahía Solano, cuenta con una cantidad privilegiada de ríos, lo que permite la biodiversidad de la región. El Almejal se caracteriza por ser un hotel en el que la sostenibilidad y conservación ambiental es fundamental para su funcionamiento, y a lo largo de los años ha venido adoptando políticas de sostenibilidad, responsabilidad social y ambiental. Si decide optar por esta increíble alternativa, sus planes serán tan variados y originales como: nadar con delfines (y no es en un acuario), observar la migración de ballenas, aprender a surfear (si está dispuesto a no poderse levantar de la cama al día siguiente), y un emocionante encuentro con pequeñas tortugas que van por primera vez al mar. Sin duda alguna, son experiencias que difícilmente se pueden encontrar en otros destinos y que Colombia nos ofrece sin mayores dificultades y de la mejor manera. Un destino imperdible. 

Casa en el Agua, literalmente en medio del mar: 

A tan solo dos horas en barco desde Cartagena, en el golfo de Morrosquillo, hay una joya escondida: el archipiélago de San Bernardo. Es allí donde se encuentra esta casa de madera donde funciona un ecohostal que funciona con energía solar y está, literalmente, en la mitad del mar Caribe. Ahora bien, si cree que por ser una isla y no tener Wifi, no hay nada que hacer en ella distinto a tomar cerveza en una hamaca, está muy equivocado. Dentro de los planes que ofrece el hostal se encuentran: buceo nocturno por los manglares para ver la fluorescencia del plancton (se sentirá buceando en medio de las estrellas), snorkeling con tortugas y mantarrayas o tomar cocteles flotando en el mar. La única prohibición es llevar vestidos de baño enterizos, así que las tangas brasileras son parte del paisaje. ¿Nada mal, no? 

El Monte – Teepee Hostel, un camping hipster a una hora de Bogotá 

En medio de la cordillera, rodeado de árboles centenarios y la neblina típica del paisaje montañoso, se encuentra El Monte, un hostal compuesto de teepees (carpas indígenas americanas). Si decide quedarse en este auténtico lugar, podrá visitar el parque Chingaza y la Reserva de Encenillo, paraísos naturales y páramos que, aunque están muy cerca de la ciudad, no muchos bogotanos los visitan. Si lo mata el frío y no tiene un espíritu aventurero, puede quedarse en el hostal y disfrutar de un concierto en un bar a cielo abierto bajo las estrellas, o de una oferta gastronómica muy variada y de altísima calidad. Esta es una imperdible opción, para quienes prefieren la ruana en vez del bronceador.  


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