El poder de la primera dama

Mujeres influyentes  

El poder de la primera dama 

Esta figura es subestimada por muchos. En esta edición, se hace una reflexión acerca del impacto, legado y reconocimiento que han llegado a obtener diferentes mujeres al lado de grandes líderes. 

Autora: Stephanie Yepes Gutermilch 

Al pensar en la primera dama de un país, surge el pensamiento de verlas en eventos sociales, siendo las mejores vestidas, siempre sonrientes y amadas por todos. Sin embargo, muchas veces se subestima el importante rol que asumen. Se suele creer que las esposas de los presidentes viven en su sombra, que aplauden todas sus ideas y que tienen una posición pasiva frente a la realidad de su país; en otras palabras, que no importan. Es entonces cuando vale la pena preguntarse sobre el alcance y el protagonismo que tienen en la sociedad y en la política. ¿ Verdaderamente influyen en las decisiones que adoptan sus esposos?  

En esta oportunidad, mujeres como Michelle Obama, Hillary Clinton, Evita Perón, Lady Di y Eva Braun reflejan lo que se propone este artículo. Teniendo en mente otros personajes, no menos importantes que las anteriores, como Eleanor Roosvelt, Nadine Heredia, Jiang Qing, entre otras, se pretende reflejar cómo estas mujeres asumieron con firmeza el papel de ser las esposas o compañeras de grandes líderes. Lograron obtener un gran nivel de reconocimiento que de cierta manera nos hacen preguntar acerca del impacto que generaron. De ellas hablaron igual o más que de sus compañeros sentimentales y sus legados han perdurado a través de los años. 

Eva Braun no llegó a ser oficialmente la primera dama de Alemania. Fue amante de Aldolf Hitler durante varios años pero lo que no muchos saben es que se casaron horas antes de suicidarse, aquel abril de 1945. Si bien no tuvo un papel activo en la política, no se puede negar su constante apoyo y su fuerte influencia sobre Hitler.  

Fue cómplice de crímenes y sucesos atroces pero a la misma vez se encargó de grabar películas y tomar fotos de la época de su romance, mostrando de cierta forma el amor y el orgullo que sentía por su pareja. Aun cuando no dejó un legado social o político, sin duda es una de las mujeres más conocidas del siglo XX. Gran parte de su vida estuvo al lado del hombre que marcó negativamente la historia de la humanidad, algo imposible de pasar con bajo perfil. 

En 1945 fue elegido democráticamente como presidente de Argentina Juan Domingo Perón. María Eva Duarte, más conocida como Evita, era la segunda esposa de Perón. Juntos promovieron el progreso nacional y la seguridad social para las clases menos favorecidas, lo cual despertó un gran apoyo popular y fanatismo por parte de los argentinos. Evita impulsó los derechos de las mujeres y de los trabajadores, cambiando la visión de cómo se relacionan los lideres con la población. Es decir, luchando por un equilibrio entre los derechos individuales y los colectivos, contribuyó en la construcción de un gobierno para el pueblo y no para las clases privilegiadas. En julio de 1952 murió tras luchar varios años contra el cáncer. Millones de personas se reunieron en Buenos Aires para llorarla en su funeral. 

Diana de Gales, primera esposa de Carlos de Gales, quien iba a ser el futuro rey de Inglaterra, es otro ejemplo de las mujeres que han marcado la historia. Durante cerca de diez años de matrimonio, Diana tomó un rol activo en misiones sociales, ganándose el cariño de millones de personas. Aun con posterioridad a su separación con el príncipe Carlos, Lady Di se dedicó a luchar por los más necesitados. Trabajó con organismos humanitarios por la lucha contra el SIDA y minas antipersonas, lo que reflejaba su carisma e interés por la población.  

En el año 1997 ocurrió el infame accidente automovilístico en París que le ocasionó la muerte a los 36 años de edad. Millones de personas asistieron al homenaje que se le realizó y hoy en día sigue siendo recordada en múltiples ediciones cinematográficas y literarias. 

Otro ejemplo del poder que pueden adquirir las esposas de los grandes líderes es Hillary Clinton. Antes de llegar a la Casa Blanca, Hillary realizó investigaciones y campañas en pro de la salud y la educación de los niños, fue profesora de derecho y activista. Además de ser la esposa del expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, fue senadora, secretaria de Estado y candidata presidencial del mismo país.  

Esto refleja que su camino no se vio limitado al periodo presidencial de su marido sino que ese era solo un momento en su carrera. No se sabe todavía qué tan lejos va a llegar pero sí se debe reconocer que es una de las mujeres líderes en el mundo.  

Hace ocho años, Michelle y Barack Obama marcaron la historia de Estados Unidos, al ser la primera pareja presidencial afrodescendiente. Curiosamente, se opuso a la idea de que su esposo se lanzara como candidato a la presidencia. Michelle se graduó de socióloga en la Universidad de Princeton y luego estudió Derecho en la Universidad de Harvard. 

Durante los ocho años de mandato de su esposo, luchó contra el racismo, la obesidad infantil, la importancia del ejercicio físico y la salud, como también por los derechos de las mujeres. Según BBC Mundo, en enero de este año la encuestadora Gallup afirmó que tenía un índice de popularidad del 64%, ¡más elevado que el de su esposo! 

En Colombia no existe ninguna disposición legal que le atribuya algún tipo de deber o de responsabilidad a la primera dama. Sin embargo, la Corte Constitucional ha dicho que junto con el Presidente de la República, simbolizan la unidad nacional de nuestro país.  

Se podría pensar que ser la primera dama es una tarea sencilla pero la historia de muchas mujeres han demostrado lo contrario. Estar al lado de la persona que a diario critican o aplauden, que toma decisiones de gran relevancia en el país, que se hace responsable por el futuro de la gente que lo eligió, no es ningún paseo. 

Se debe superar la concepción arraigada y tradicional que enmarca a la mujer en un papel pasivo, cuya participación fue mínima durante siglos. Mediante este artículo se invita a esas mujeres a participar en la política, a ser conscientes del verdadero cargo que ocupan. Sus palabras y acciones pueden llegar a ser de gran utilidad para el país. Se debe recordar que hay muchos problemas aún sin solución y que ellas deben tomar un rol activo en su función. Es hora de dejar atrás el esquema de detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer y reemplazarlo por una visión más igualitaria en la que la mujer no está siguiéndolo, sino a su lado, luchando por los intereses de su país y generando cambios.El poder de la primera dama.