Entrevista
En una entrevista para FORO JAVERIANO, el abogado tributarista Pedro Osman expresó sus opiniones sobre la tan polémica reforma tributaria.
Autor: Daniel Barrios Espinosa
FJ: ¿Era necesario una reforma tributaria estructural?
PO: Sí. La deuda externa de Colombia ha crecido y está por encima de los cien mil millones de dólares. Esa deuda hay que pagarla. Si no lo hacemos, quedamos muy mal parados económicamente frente al mundo. Fuera de eso, Colombia coloca títulos de deuda pública en el mercado, y el mercado compra esos títulos en la medida que crea que el país los va a pagar.
Una reforma estructural es necesaria, lo que pasa es que esta reforma que se aprobó no es estructural. Una reforma estructural no solo puede buscar el recaudo de tributos, sino también controlar el gasto. El Estado gasta demasiado, entonces por mucho que se recaude, no va a ser suficiente para cubrir el déficit fiscal. Esta terminó siendo simplemente una reforma coyuntural para aumentar el recaudo.
Yo llevo más de 20 años ejerciendo esta profesión y he visto mucho más de 20 reformas que cambian las normas tributarias. Al final todas se reducen a lo mismo: tapar el hueco fiscal del año siguiente.
FJ: Diferentes sectores políticos argumentan que el excesivo gasto y la necesidad de una reforma tributaria estructural se debe a un gobierno específico. ¿Usted qué opina?
No, si estamos hablando de una reforma estructural, es que hay que dejar unas bases que organicen el recaudo y el gasto hacia el futuro. Obviamente hay unas variables económicas que van cambiando con el tiempo. Por ejemplo, las variaciones en el precio del petróleo o la TRM (precio del dólar), hacen que el déficit aumente o disminuya. Entonces no depende específicamente de un gobierno o de otro, sino de un entorno y unas variables macroeconómicas. Ahora bien, es innegable que este gobierno ha tenido un gasto exagerado y desmedido.
Y no es solo el gobierno. El gasto de funcionamiento del Estado colombiano es excesivamente elevado, y sigue creciendo. A mi juicio, debe disminuir el tamaño del Estado. Por ejemplo, un país como los Estados Unidos tiene una población que supera en más de seis veces a la colombiana, y tiene solo una corte de nueve jueces y un senado de 100 curules. Acá tenemos 102 senadores y cuatro cortes; tan solo la Corte Suprema tiene 25 magistrados. Aquí hay gabinetes paralelos; mientras hay un gabinete ministerial, también hay un gabinete de consejeros y supra-consejeros. Todo esto sumado a la cantidad inmensa de dinero que no va destinada a cumplir las funciones del Estado, sino a la corrupción.
FJ: La última reforma aumenta el IVA en 3 puntos. Si bien el IVA es un impuesto de fácil recaudo, ¿no había otra manera de aumentar los ingresos que fuera menos gravosa para el consumo?
PO: El aumento del IVA me parece regresivo porque en últimas golpea es al consumidor. No estoy de acuerdo con el aumento del IVA porque si se ataca el consumo, lo único que se está haciendo es desacelerando la economía, que es lo que nos podría sacar adelante. El tema no es solo crear tributos, hay que crear caminos para incentivar la inversión, que a su vez genera consumo y así ingresos que se pueden reinvertir, de esta manera el ciclo sigue corriendo.
FJ: Pero la creación de estos caminos tendría efecto a largo plazo. Sin embargo, esta reforma se hizo por una necesidad inmediata, que era la posibilidad de que a Colombia le disminuyeran la calificación del riesgo. ¿De qué manera cree usted que se hubiera podido hacer una reforma que sirviera para las necesidades inmediatas y para el largo plazo?
PO: Las calificadoras de riesgo nos estaban calificando con perspectiva negativa desde el año pasado no solamente por el déficit fiscal, sino también por otros factores. Esto no se soluciona solo con una reforma tributaria. Esto es una parte de la solución al problema, que se puede solucionar también con un mayor control al gasto y a la corrupción.
FJ: ¿En qué acertó y qué le faltó a la reforma?
PO: La reforma se quedó corta en muchas cosas. Una de ellas siendo las políticas efectivas para la evasión, que es ir y buscar a los sectores que no están contribuyendo. El Estado siempre persigue a los mismos contribuyentes, que son los que están registrados. De esta manera hay una cantidad de dinero que circula en la economía que no paga impuestos.
A mi juicio la verdadera mejora que trajo esta reforma es que se redujo a uno solo el impuesto sobre la renta para personas jurídicas, que antes pagaban tres. Pero eso es exiguo, toca ir más allá.
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