sábado, 29 de octubre de 2016

Polémica Histórica



¿Merece Bob Dylan el Nobel de Literatura?

No fue ni Murakami, ni Adonis ni Joyce Carol Oates. Robert Zimmerman, más conocido como Bob Dylan se llevó el galardón, dejando a todos boquiabiertos. Obviamente también despertó un debate feroz: ¿es merecido o no el premio?

Autor: Pedro Vergara

Me desperté, miré mi celular y noté mi Facebook lleno de publicaciones acerca de nuestro nuevo nobel: Juan Manuel Santos. ¿Qué? A los pocos días, me despierto de nuevo, vuelvo a mirar mi celular tras apagar la alarma y mi sorpresa es mayor aún que con lo del presidente: Bob Dylan acaba de ganar el Nobel de Literatura. ¿¡Qué?!
No soy fanático de la música folk, por ende, de Dylan. Sí, me parece un gran artista, me sé varias de sus canciones, creo firmemente en que sin su guitarra, harmónica y poesía (no son simplemente canciones, son poemas) no existiría el rock y la música pop como lo conocemos, pero no me mata ni él ni el folk. Prefiero escuchar Soda, Talking Heads, A Tribe Called Quest, o mejor dicho, algo más completo. Igualmente, a veces me alegra el día escuchar Subterranean Homesick Blues o Visions of Johanna porque, aceptémoslo, Bob Dylan es un maestro.
Sin embargo, esto no fue lo primero que pensé. Escena número uno en mi cabeza: el mundo polarizado. Bob Dylan merece o no el Nobel. Me imaginé a los literatos arrancándose los pelos de la rabia, a los fanáticos de Dylan revolcándose en la cama de la dicha y todo lo que hay entre estos grupos. Luego pensé algo de suma importancia: esto significa una revolución en el premio y en el encuentro literario en la música –y vice versa–.

Zimmerman ganó el premio por “crear nuevas expresiones poéticas dentro de la música”. No es para menos. En los sesentas era él quien ambientaba con sus letras los movimientos revolucionarios y contraculturales en EE.UU. Fue él quien redirigió el enfoque musical de los Beatles, convirtiéndoles en un grupo experimental. Fue él quien le dio fuerza a la juventud mundial para pelear por la dignidad. Fue él quien creó poemas y cuentos hermosos simples de escuchar pero que asombraban al ser analizados.  Así como lo hizo Woody Guthrie, gran influencia de Dylan.
Pero, ¿por qué Bob Dylan y no, no sé, Leonard Cohen, Paul Simon, El Flaco Spinetta, o el mismo Guthrie? ¿O por qué no Murakami, alguien que se dedica principalmente a la literatura? Un profesor dijo en una clase a la que pertenezco que “eso fue como si le dieran el balón de oro a un basquetbolista”, afirmación que no se me hizo del todo ridícula pero no del todo válida.
Esto me conlleva a otra incógnita: entonces, ¿la música no puede ser literatura? ¿Acaso uno de los mejores LPs de Dylan, Blonde on Blonde, no puede ser considerado como una obra literaria? ¿Trátame suavemente, composición de Daniel Melero –no de Soda como muchos creen– no puede ser catalogada como un idilio monumental? ¿Lennon hubiera ganado el Nobel por Imagine si hubiera sido escritor en vez de compositor? ¿Jim Morrison? ¿Edson Velandia?
La RAE define a la literatura como el arte de la expresión verbal. La música puede ser una expresión verbal, ¿no? Los compositores pueden ser nobeles, ¿no? Hace un siglo, Rabindranath Tagore, de Bengala, fue el primer ajeno a Europa en ganar el premio; era músico. Se le atribuyen a su composición más de 2.000 canciones. Puede que esto no tenga mucho que ver con el más reciente nobel, pues Tagore también era un referente literario enorme de Bengala. Digo esto, pues muchos medios están pintando al estadounidense como “el primer músico en ganar este honor”. También lo digo para mostrar que no es del todo una insensatez que siquiera nominen a un músico para el Nobel de Literatura.
Entonces, ¿es justo que Bob Dylan sea nobel por encima de los autores nominados este año? Para mí, sí, justamente por ser uno de los pocos poetas músicos. Por hacernos confundir canción con cuento y poesía. Por darle vestir de otra manera la literatura. Por ser una de las piedras angulares de la contracultura.  Bob Dylan no fue el único, pero quizá es el mejor en cuanto a quebrar las barreras literarias y convertir la poesía en melodía. Para mí no es el mejor, pero quizás lo es. Quizás.



CRÉDITOS FOTO: elespañol.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario