sábado, 29 de octubre de 2016

Del Director: Esfuerzo loable



El movimiento estudiantil

En consonancia con el momento histórico que vive el país, los estudiantes nos hemos hecho sentir en las últimas semanas al recordarle al país que aquí estamos y que nuestras ideas son importantes.

Autor: Juan Manuel Suárez Murillo – Director FORO JAVERIANO.

“Acuerdos y negociaciones han sido la forma hasta el momento de encerrar nuevas guerras y frustraciones, nuevas constituciones y eliminación de la postura diferente. Sin embargo hoy, creemos firmemente que estamos ante la posibilidad de que un acuerdo sea, al fin, un paso para construir caminos hacia una Colombia con mayores garantías para la libre expresión y organización de amplios sectores.”[1]

Después del resultado adverso en el Plebiscito del 2 de octubre de 2016, la sociedad colombiana entró en un estado de impasse del que no ha sido capaz de salir. La incertidumbre domina el ambiente político del país. Nadie, ni el Gobierno, ni la oposición, ni las FARC saben en qué punto nos encontramos y mucho menos hacia dónde nos dirigimos en este momento. Dentro de este oscuro panorama, una luz alumbra tenuemente a la distancia; aquella es nada más y nada menos que el esfuerzo y las ganas de sacar esto adelante del movimiento estudiantil.

            El 3 de octubre, a través de redes sociales, se convocó a los estudiantes de universidades públicas y privadas de Bogotá a salir a las calles de blanco el día miércoles 5 de octubre con ocasión de la “Marcha por la paz: tercera marcha del silencio”. En ese histórico día, las calles se llenaron de jóvenes que protestaban bajo la consigna del “Acuerdo Ya”. Acertadamente, la marcha no se tiño de banderas ni colores de determinados partidos políticos, sino que por el contrario fue una muestra ejemplar de pluralidad, tolerancia y entendimiento. Jóvenes de todas las corrientes políticas han salido a marchar las últimas semanas dándole un fuerte impulso al proceso de paz con las FARC y demostrando que el deseo de alcanzar la paz para Colombia va más alla de inocuas rencillas políticas.

            El estudiantado colombiano le ha propinado un fuerte golpe a la opinión pública nacional, que no ha hecho sino afirmar con vehemencia que los jóvenes de esta generación se encuentran en un estado de letargo absoluto frente a los temas centrales que aquejan a esta sociedad. Esa opinión pública paquidérmica que sigue pensando que los jóvenes no votan, que solo critican por Facebook. Esa opinión pública que olvida que la Constitución del 91, se debe en gran medida a la labor que desarrollaron hace 25 años un puñado de estudiantes que se cansaron de la violencia que golpeaba a todos los estamentos de esta abnegada sociedad. Esa opinión pública se encuentra hoy agazapada y acorralada ante la organización y fuerza que expone un grupo de jóvenes llenos de carácter.

            Y es que afortunadamente toda esta efervescencia social se ha canalizado hacia otro tipo de muestras que van mucho más allá que las marchas semanales. El movimiento estudiantil ha logrado reunirse con el presidente Santos, con el fin de exponerle su apoyo a esos esfuerzos e intentos de alcanzar la paz que tanto requiere Colombia. Además, han sido capaces de establecer una serie de inamovibles, en virtud de los cuales afirman que no van a permitir que se hagan realidad cierto de tipo de propuestas, como el establecimiento de una Asamblea Nacional Constituyente o el realizar borrón y cuenta nueva sobre lo ya negociado y pactado. Este tipo de postulados inflexibles presentados por los líderes de los estudiantes son los que hacen que su esfuerzo y trabajo sea cada vez más loable y se perfile para perdurar en la historia nacional por muchos años más.

            Muy rápidamente las voces de la sociedad, en especial las de jóvenes y estudiantes, se levantaron clamando por una pronta solución a la situación de incertidumbre política generada tras el resultado del plebiscito. Hemos decidido como pueblo, como jóvenes y como estudiantes, encaminar todos nuestros esfuerzos en la construcción de la paz y en hacerle saber a la sociedad colombiana, al Gobierno, a la insurgencia, a los del "Sí”, los del “No" y a la abstención: ¡La paz se queda!”.

            Es inevitable recordar con este especial esfuerzo que están haciendo los jóvenes, lo sucedido hace ya 25 años con el Movimiento Estudiantil de la Séptima Papeleta que derivó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. En nuestra primera edición de este año 2016 decidimos realizar un sentido homenaje a la labor de aquellos promotores de la Séptima Papeleta. Entrevistamos en aquella ocasión a dos de sus grandes gestores, la Doctora Catalina Botero, hoy en día Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes y el Doctor Fernando Carrillo, que a la fecha en que escriben estas líneas, se encuentra entre los tres candidatos para convertirse en el nuevo Procurador General de la Nación. Ambos coincidieron aquella vez en la necesidad de que los estudiantes tomen las riendas de esta situación con el fin de sacar adelante estas negociaciones a punta de esfuerzo, clamor popular y legitimidad. Me complace poder decirles a los dos, hoy casi siete meses después de aquellas entrevistas que efectivamente los estudiantes nos estamos apersonando de esta crisis y estamos uniendo esfuerzos para sacarle el pecho a este doloroso impasse que tanto daño le hace al país.

¿Quizás llegó un poco tarde esta reacción de los jóvenes? Sí, es posible. Pero si ésta no hubiera aparecido en este momento, quién sabe en dónde se encontraría la situación de este país. Qué mejor forma para despedirme de la Dirección de esta increíble publicación estudiantil, que reconociéndole a mis contemporáneos lo loable y histórica que será su labor. Ojalá logremos poder decirle finalmente a la guerra, nunca más.

CRÉDITOS FOTO 1: Revista Menocchio.




[1] Carta del 20 de octubre de 2016 de los estudiantes exigiendo la paz. Encuéntrela completa en Semana Educación y en el Facebook de Foro Javeriano.

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