Urabá y una oportunidad
El
Urabá que tantas veces ha sufrido los embates del conflicto, se encuentra hoy
en día encaminado hacia el progreso. Muestra de lo anterior, son sus
deportistas llenos de empuje, alegría y corazón. Este editorial es dedicado a
todos aquellos que se hicieron y se hacen a pulso. ¡Gracias!
“Miren
hacia Urabá, allá hay mucho talento”. Esas
fueron las palabras con las que recibió a la prensa el recién proclamado
medallista de plata en Rio 2016, Yuberjen Martínez.
La región del Urabá Antioqueño, es una de
las áreas geográficas con mayor riqueza del mundo, pero también lastimosamente
ha sido una de las regiones más olvidadas del departamento de Antioquia. Este
territorio ha sufrido eternamente las consecuencias del conflicto. En una época
fue la guerrilla, después sufrió los embates del paramilitarismo, hoy en día se
encuentra azotada por “Bandas Criminales” y por redes de tráfico de migrantes. Afortunadamente
esta triste historia está cambiando.
Desde el año 2012 se viene implementando
en la región el Plan Integral Urabá presentado por el ex gobernador de
Antioquia Sergio Fajardo. El mencionado proyecto de desarrollo regional
propende por la completa integración en todos los ámbitos económicos y sociales
de esta olvidada región. Gran parte de la idea de promover este tipo de
iniciativas desde los gobiernos regionales, se centra principalmente bajo la
concepción de lograr un verdadero aprovechamiento de la ubicación estratégica
que tiene esta zona del occidente antioqueño. Este Plan Integral Urabá, según
Fajardo, busca aumentar la inversión en infraestructura, en educación y por
supuesto en deporte con el fin de integrar a la región y mejorar la calidad de
vida de sus habitantes.
Este aumento en la inversión ha traído sus
réditos. La región se encuentra en obra hoy por cuenta de la creación del Puerto
Antioquia y la ampliación de sus carreteras, en el marco del proyecto de Autopistas de la Prosperidad. Gracias al
plan Antioquia la más Educada, se han
podido entregar más de 3000 becas para la educación superior. Más de 6000 niños
entre los 10 y 14 años hacen parte de las escuelas de iniciación deportiva.
Además, el 60% de las medallas antioqueñas en los Juegos Nacionales provinieron
de deportistas del Urabá.[1]
Lo verdaderamente rescatable de este tipo
de iniciativas es que logran mostrarle a la juventud de esta región que existen
opciones de vida alejadas de la violencia y del inclemente trabajo en las
bananeras de la región. Y es por esto último que es tan loable y tan
emocionante la labor que realizan todos aquellos deportistas que han logrado
salir adelante naciendo en esta región. Los Juan Guillermo Cuadrado, las
Caterine Ibargüen y los Yuberjen Martínez serán cada vez más en la región, si
el Estado logra implantar esta idea entre los jóvenes. Se podrá superar además
con lo anterior los rastros de la violencia, lo cual debe ser una preocupación
fundamental del Estado colombiano en el marco del posconflicto.
Por eso es que Yuberjen invita al país a
seguir pendiente de lo que pasa en el Urabá. El fin de estas palabras no es que
haya más oros para Colombia ni mucho menos. El verdadero fin de la invitación
de nuestro boxeador es a que las instituciones se preocupen y luchen por sacar
adelante a esta pujante región que tanto se lo merece. Al pugilista de
Chigorodó nadie lo tuvo entre los favoritos a triunfar en Rio y aún así, él fue
e hizo historia. Eso sí, para lograr lo que logró, Martínez tuvo que
rebuscársela en las plantaciones bananeras para poder entrenar. Hoy en día le
cumplió la promesa a su madre de darle una nueva casa.
“El Tremendo” Martínez no ha sido el
único que no ha recibido el apoyo que merece; nuestra adorada Caterine Ibargüen
tuvo que entrenarse por fuera del país para ser hoy en día la Reina del Salto
Triple. Esto último es precisamente la muestra del empuje que tiene Ibargüen y que sirve de gran ejemplo para
todos aquellos jóvenes que ven en el deporte una posibilidad de salir adelante.
Caterine sabe la responsabilidad que
carga con sus piernas en cada una de sus presentaciones a lo largo y ancho del
globo. Ella misma ha sido nombrada como la “madrina” de los atletas juveniles
colombianos. Su sonrisa, sus lágrimas y todo lo que ha logrado a pulso valen
más que una medalla de oro.
Esperemos que los excelentes resultados
de nuestros ídolos empujen aún más la inversión y aumenten la atención sobre el
Urabá. Para que no nos quedemos únicamente con una expresión de oportunismo
político encajetado en la promesa de construcción de una “casita”. Una vez más
gracias a todos aquellos deportistas que le muestran a la gente lo que puede
lograr cualquier colombiano con esfuerzo, alegría, garra y corazón. Sigan
aguándonos el ojo.
FUENTES
IMÁGENES:
Ibargüen: zonacero.com
Martínez: eltiempo.com
Martínez: eltiempo.com
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