Celebración
Los 85
años de la Facultad
¡La Facultad está de
fiesta! Se cumplieron en los últimos días, los 85 años de la reapertura de
clases en nuestra Facultad. Que la felicidad y el festejo nos llenen a todos,
sin olvidar nunca el verdadero valor de hacer parte de ella.
La celebración
de los 85 años de la Facultad de Ciencias Jurídicas nos sorprendió gratamente a
muchos; no solo por la serenata y el ponqué gratis, sino por la especial
relevancia -que nos demostró a muchos- que tiene esta Facultad en el diario
andar de esta Nación. No en vano tantas figuras de la política y el jet set
colombiano se hicieron presentes en la celebración. Hace 85 años, pudo la
Compañía de Jesús volver a dictar clases en Bogotá.
A partir de ese
momento empezó la campaña jesuítica por recuperar una vez más el poder que le
había sido arrebatado siglos atrás. Es admirable la forma en como lo lograron,
y desde hace décadas son los abogados javerianos influyentes en muchas de las
decisiones que se toman en el ámbito nacional. Es este uno de los muchos
motivos que tiene para enorgullecerse el que sea miembro de esta Facultad.
Es precisamente
por esa influencia que detentan los abogados javerianos, que nuestra
responsabilidad como Facultad y como miembros de esta comunidad es altísima.
Aquel deber que se encuentra en cabeza de este grupo de personas, tiene que
reflejarse de alguna u otra manera en las decisiones que se tomen y tomarán
sobre los temas que abarcan y abarcarán la atención nacional e internacional.
Uno de estos es
el posconflicto, del que tanto se habla pero del que tan poco se sabe. Es
fundamental que nuestra Facultad juegue un papel preponderante no solo en las
altas discusiones de paz, sino también debe sacar la cara en la lucha por la
inclusión y la igualdad. Una facultad de una universidad jesuita debe favorecer
la inclusión y la reinserción. Esto no quiere decir que hay que contratar jefes
guerrilleros como jefes de departamentos académicos. Pero si creo necesario
reestructurar gran parte del programa de estudios hacia el entendimiento de una
nueva realidad social que va mucho más allá de los códigos.
Lo más
importante para una Facultad como la nuestra, en este momento no es la
interesantísima discusión de si un plebiscito, un referendo u otra asamblea
nacional constituyente es el mecanismo adecuado para refrendar lo que se firme;
lo verdaderamente importante es poner sobre la mesa de investigación y
discusión que es lo que le demandará la realidad a los estudiantes de nuestros
programas en unos años. Muchas personas que llevan su vida entera del otro lado
de la burbuja que conocemos como ordenamiento jurídico, ingresarán por primera
vez a aquella. Diferentes discusiones –que seguramente no se habían previsto-
empezarán a permear de alguna u otra manera todo el debate jurídico que gira
alrededor de las diferentes ramas tradicionales del Derecho. Es aquí donde me
pregunto, si como Facultad estamos preparados para esto.
Naturalmente
este tipo de enfoques no recaen únicamente en el profesorado ni en la jefatura
administrativa. Creo que este tipo de iniciativas deben surgir primordialmente
del estudiantado, el cual a veces noto débil y en estado de letargo. Es este
estudiantado quien debe arriesgarse a indagar, investigar y realizar
proposiciones arriesgadas para ver cómo afrontaremos el aún incierto futuro que
se nos avecina.
Es por esto que
esta edición de FORO JAVERIANO intentó reavivar un poco ese espíritu intrépido
e increpador del estudiante de Derecho. No en vano nuestro especial gira en
torno a uno de los movimientos estudiantiles más importantes de la historia
universal y quizás el más importante de nuestra joven Colombia. Las enseñanzas
que nos dejó el Movimiento de la Séptima Papeleta son invaluables para
nosotros. Guardo también la esperanza de que también para esa época se estaba
viviendo un momento histórico, frente al cual el estudiantado también se
encontraba en un estado casi de hibernación; hasta que afortunadamente surgió
esa chispa que sacó adelante ese fantástico proceso. Chispa que muy seguramente
se hará presente una vez más entre nosotros para sacar adelante un nuevo
proceso histórico.
Estoy
convencido de lo anterior por las cualidades personales de quienes recorren
todos los días estos pasillos, sean estudiantes, profesores, trabajadores o
directivos. Me niego a creer que el éxito de una facultad de derecho está en
cuantos magistrados y ministros tiene; creo en cambio, que el triunfo principal
de una comunidad como la nuestra se encuentra inserta en las calidades de las
personas que la conforman, lo cual es lo más grande e invaluable que existe. Es
por esto que digo una vez más ¡Feliz Aniversario! Y que sean muchos más.
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