Para asegurar una correcta elección de
nuestros gobernantes
Ante el grave abstencionismo en las
pasadas elecciones de alcaldes y gobernadores, se debe asumir la participación
de los ciudadanos en política como obligatoria, de cara a las grandes
encrucijadas que el futuro depara.
Por: Juan Diego Corredor Gómez
Décimo semestre
Décimo semestre
En
las pasadas elecciones regionales, del 25 de octubre, en donde los colombianos
escogimos los nuevos mandatarios locales que nos van a gobernar los próximos
cuatro años, fuimos testigos de una situación que se está volviendo costumbre
en Colombia cada vez que acudimos a las urnas, la cual es, la gran abstención
de los colombianos de ir a votar. Para esta ocasión, en el caso de Bogotá, se
esperaba una mayor cantidad de votantes que acudieran a elegir el próximo
alcalde, como consecuencia de la grave crisis que viene sufriendo la ciudad,
pero, la cantidad de personas que fueron a votar, no sobrepasó el 52%, (de las
5.453.086 personas habilitadas para votar, solo acudieron 2.811.209 de personas)
lo cual puede demostrar la poca importancia que genera en los bogotanos, la
elección de los gobernantes.
Creo que ya llego la hora de que las
autoridades nacionales, tomen cartas en el asunto, y decidan volver obligatorio
el voto, con el fin de que las personas, acudan a votar, y a su vez, participen en
política de manera más activa, con el fin de conocer mejor a los candidatos y
las propuestas. Con el voto obligatorio, habría mayores retos para los
candidatos y para los partidos políticos, ya que, tendrían que convencer y
convocar a un mayor número de personas, con el fin de poder superar los
umbrales que se establecen en cada elección, y así, poder quedar elegidos. Con
el voto obligatorio, se le podría dar una mayor legitimidad a las instituciones
y a los candidatos elegidos, ya que, los gobernantes serían elegidos por la
mayoría de la población y no por una minoría, situación que se está presentando
en la actualidad, ya que, en el caso de Bogotá, tanto Enrique Peñalosa como Gustavo
Petro, quedaron elegidos con el 33% de los votantes, lo cual quiere decir que
solo el 17% de los bogotanos fueron los que escogieron alcalde, ya que
solo acudieron el 52% de las personas a las urnas.
En
conclusión, los colombianos nos vamos a encontrar el próximo año en un momento
en que debemos decidir si estamos de acuerdo con el proceso de paz y con la
legalidad de los acuerdos de este mismo proceso. Estas decisiones que tomemos
nos van a definir el futuro del país y de los colombianos, con lo cual, creo
que sería la ocasión oportuna para establecer el voto obligatorio y así, poder
generar una costumbre y una regla de conducta para el futuro. Esta ocasión tan
importante, podrá definir la importancia y la utilidad de establecer en
Colombia el voto útil, y con ello, la participación de la totalidad de la población
colombiana en la política.
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