Balance de la
administración Petro
En época
previa de elecciones y cuando el gobierno del alcalde Petro llega a su fin, surgen diversos balances,
cuestionamientos y debates respecto a los resultados del último período.
Autor: Juan Manuel Suárez M.
El 30 de octubre de 2011, en un atiborrado Hotel
Tequendama, se encontraba junto con sus seguidores un entusiasta y optimista
Gustavo Petro, entregando un discurso que invitaba a la tolerancia y al
pluralismo, al reconocer la importancia del momento histórico que se estaba
viviendo. Es de gruesa importancia histórica que un exguerrillero, hijo de un
proceso de paz, se alce con la victoria en las urnas para asumir la Alcaldía
Mayor de Bogotá. Intentemos desentrañar
hacia donde se encuentra efectivamente la realidad de nuestra Bogotá después de
estos cuatro tortuosos años.
Lo bueno
Quizás los logros más importantes que tuvo esta administración fueron en
materia social. El primero y más importante es la implementación del mínimo
vital de agua para los sectores más vulnerables de la sociedad, como son los
estratos bajos. Hago especial énfasis en esta medida porque equiparó a todos
los bogotanos al asegurarles el suministro de agua.
En
segundo lugar hay que aplaudir la controvertida política del desarme ciudadano que
promocionó el Distrito desde el principio. Durante la Bogotá Humana, se
redujeron considerablemente los homicidios en la capital. Lo novedoso de esta
política promocionada por la Alcaldía es su carácter preventivo de luchar
contra la delincuencia.
Finalmente
es importante recordar y no dejar de lado ninguna de las siguientes políticas
impulsadas por el gobierno Petro. La protección animal y del medio ambiente han
sido especialmente exitosos durante esta administración. En cuanto a la
primera, se resalta el programa de adopción de caballos, que servían antes como
zorras, y las urgencias veterinarias gratuitas para animales de estratos 1 y 2.
Finalmente en cuanto al cuidado del medio ambiente es importante aplaudirle a
este gobierno el apoyo a los medios alternativos de transporte, entre ellos la
bicicleta y los buses híbridos y eléctricos del SITP.
Lo malo
Cuando Gustavo Petro asumió como alcalde, existía una gran ilusión entre
muchos bogotanos por su trabajo como senador. Al parecer esas aptitudes de
senador, que lo catapultaron como alcalde, no se tradujeron en cualidades gerenciales,
las cuales son intrínsecamente necesarias para desempeñar con creces las
funciones de Alcalde.
Ejemplo
de esto último ha sido la constante inejecución del presupuesto en sus cuatro
años de gobierno. El Distrito en cada año recibió el presupuesto más alto de la
historia de la capital y desafortunadamente no fue capaz de ejecutarlo ni
comprometerlo completamente.
A partir de la inejecución presupuestal
y la ineptitud gerencial del alcalde, es que se vislumbran los mayores errores
cometidos por el Distrito. El SITP no pudo ser implementado completamente en la
actual administración. A punta de hurtos, colados y vendedores, Transmilenio ha
entrado en la peor debacle de su historia. La malla vial se deterioró incluso
más. La meta de construir y acondicionar 86 nuevos colegios, no estuvo ni cerca
de cumplirse. Éstos son tan solo algunos de los ejemplos de lo que le representó
a Bogotá la falta de aptitudes gerenciales del alcalde y la inejecución
presupuestal de este gobierno.
Lo feo
Bogotá arrastra consigo desde hace tiempo un serio problema, la
interinidad. En ocho años hemos tenido seis alcaldes. En el último período tres.
La interinidad es de los problemas que más afecta a Bogotá, ya que no logra
consolidar ninguna política pública y no deja trabajar correctamente a los
diferentes sectores de la administración distrital y nacional. Es éste el mayor
reto que debe afrontar el próximo alcalde.
La
imposición sin concertación de varias medidas ha sido lo que más problemas le
trajo a Petro. En otras ocasiones la arbitrariedad reinó en sus decisiones,
como en el caso de la Plaza de Toros. Es muy doloroso que un alcalde que hable
de democracia y respeto por los demás, violente de la manera en que lo hizo
diferentes sentencias judiciales y disposiciones normativas.
Hay que
añadir finalmente que la Alcaldía es un cargo administrativo y que las griterías
en la Plaza con ínfulas de caudillo nada bueno le traen a Bogotá. Por el
contrario, polarizan la ciudad y desvían la atención de las verdaderas necesidades
capitalinas. Esperemos que quien ocupe la Alcaldía a partir de enero logre
resolver los problemas que se dejaron y además refuerce y continúe los buenos
programas que se dejaron.
Muy importantes los resultados de la administración Petro en los asuntos social y medioambiental. Agua para todos, desarme de la ciudadanía, transporte de protección del medio ambiente y protección animal.
ResponderEliminarA todo esto (y lo que implica) hay que darle continuidad mediante una administración de recursos económicos adecuada y propuestas de economía mixta viables. Es hora que tanto capitalistas como líderes de la economía planificada se sienten a determinar una economía que beneficie a todos los bogotanos.