Las sorpresas del Papa a toda la comunidad internacional
Eventos como la reapertura de relaciones entre Cuba y
Estados Unidos y la declaratoria de un posible pacto de paz en Colombia son
eventos que han contado con el apoyo del actual Papa, un personaje que ha
marcado la historia reciente del mundo.[1]
Por:
Daniel Londoño de Vivero
Desde
el 13 de marzo de 2013, Francisco, asumió como sucesor número 266 de Pedro.
Desde entonces inició una gran revolución dentro de la Iglesia Católica, un
cambio desde la raíz, renovando y reiterando principios y valores que hoy en
día se han difuminado y se han perdido en las sociedades modernas. Sin lugar a
dudas ha sido un Papa de la gente, un servidor más, un verdadero pastor que ha
ido mostrando al mundo entero lo que es verdaderamente la Iglesia Católica. Ha
destapado grandes escándalos dentro de la curia romana y también ha infundido
el gran respeto que todas las personas merecen, esto sin importar la raza, la
religión, la orientación sexual y las preferencias personales. Pero, uno de los
aspectos que lo hace sobresalir y que sin lugar a dudas lo diferencia de sus
predecesores es su gran poder político y
la influencia que tiene sobre los
diferentes Estados, sobre la gente y especialmente sobre los líderes políticos
actuales.
Sus
recientes visitas a Cuba y Estados
Unidos y su continua mención al proceso de paz que se adelanta actualmente en
nuestro país son los más claros y recientes ejemplos de la influencia de
Francisco.
Francisco
llegó a Cuba y a Estados Unidos con un solo mensaje: La reconciliación de los
pueblos. A su llegada a Cuba tuvo la oportunidad de reunirse con Fidel Castro, a
quién lo único que le solicitó fue una revolución de la misericordia, basada en
los valores y principios de la iglesia y teniendo siempre presente la situación
de las personas más necesitadas. Más allá del gran contenido espiritual y
carismático que haya tenido la visita del Papa a la isla, expertos aseguran que
la corta estadía del máximo jerarca de la iglesia católica puede traducirse
como un mensaje para toda la comunidad internacional para que normalice las
relaciones y solucione las posibles controversias que puedan tener con el
régimen de los hermanos Castro, y de igual manera producir un efecto de
deshielo, para que la reapertura de las relaciones entre Cuba y Estado Unidos
llegue a un buen término.
Durante
su visita en Estados Unidos se reunió con el Presidente Barack Obama, con quien
pudo dialogar por largo tiempo, tocando asuntos como la inmigración, tema en el
cual coinciden ambos líderes; también pronunció un apoteósico discurso en el
Congreso, convirtiéndose así en el primer Papa de la iglesia católica en dar un
discurso en dicho lugar, abordando como tema principal la pena de muerte y la
necesidad de que esta sea completamente abolida de todos los ordenamientos
jurídicos de los Estados federales. Es importante resaltar también su presencia
en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde encaminó su discurso a la
necesidad de ayudar a los pobres, la mitigación del capitalismo que acaba con
la dignidad de las personas y la necesidad de implementar medidas cuyo fin sea prevenir
y dar solución los desastres naturales producidos por el cambio climático que
actualmente se vive y las consecuencias que de él se derivan. Es necesario,
mencionó, combatir la pobreza, la exclusión y la dependencia, pues estos
factores no contribuyen a un desarrollo sostenible y al progreso de cada
Estado. Otro evento de gran importancia fue su reunión con representantes de
otras religiones, con los cuales su mensaje fue la necesidad de que todos los
líderes mundiales y todas las personas nos empeñemos por la causa de la paz.
Y
cuando hoy hablamos del tema de la paz nos es imposible no pensar en la actual
situación de nuestro país. Un país que por años ha atravesado la violencia en
su máximo apogeo, una violencia que más allá del negocio del narcotráfico, los
secuestros y las extorsiones tiene sus propias raíces en la desigualdad, en la
pobreza extrema y en el gran problema de la distribución de la tierra. Sin
importar si estamos de acuerdo o no con el actual proceso de paz, lo cierto es,
que la mayoría de colombianos queremos que se logre la paz, pero una paz real,
sin condiciones y donde los violentos pidan verdaderamente perdón y se logre la
reconciliación. Y fue en torno a este tema, frente al cual, una vez más,
Francisco se pronunció y afirmó que no se puede permitir otro fracaso en la
búsqueda de una paz con la guerrilla de las Farc. Es así, como con esta queda más que claro el apoyo del Santo Padre
al proceso de paz y a la consecución de una paz real en Colombia, más allá de
los logros que los miembros del gobierno puedan llegar a obtener.
Es
así, como Francisco más que ser el líder de la iglesia católica, ser el jefe de
gobierno de la Santa Sede y ser el jefe de Estado del Estado Vaticano es un
líder mundial, cuyas características fundamentales son su sencillez, su carisma
y su gran poder e influencia política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario