A propósito del
acuerdo de justicia transicional del proceso de paz
Por:
Juan Manuel Flórez Trujillo
Sexto
Semestre
“Escuchen muy bien, es muy probable que
las Farc no paguen un solo día de cárcel”, fue la frase que silenció el auditorio del Hotel Zuana en
el Congreso de Abogados Javerianos en
Santa Marta, a partir de esta afirmación se generó un emocionante debate acerca
de si era posible un escenario en el cual los integrantes de las Farc que
hubieren cometido crímenes de lesa humanidad no pagasen un solo día de cárcel. Por
un lado Gustavo Zafra profesor de nuestra facultad afirmaba que era imposible
teniendo en cuenta los tratados internacionales, el Estatuto de Roma, y las
obligaciones que se desprenden de este. A lo cual Álvaro Leyva autor de la
polémica frase le replicó que ningún tratado puede impedirle a una nación
lograr la paz, que este es el bien supremo de toda sociedad, el llamado derecho
síntesis. El debate concluyó, el congreso
acabó, las fiestas en la playa de Santa Marta terminaron, las tertulias
jurídicas con los profesores acompañados de un par de whiskies desaparecieron.
Pero ese debate seguía en boca de muchos
colombianos, solo fue hasta el pasado 23 de septiembre que se anunciaron las
principales características del acuerdo frente al tema de justicia, en este
acuerdo prima la justicia restaurativa, la reparación a las víctimas por medio
de la verdad, la cual es el eje de todo el acuerdo, se establece una
jurisdicción especial para la paz, penas
alternativas con restricción a la libertad, se acordó una ley de amnistía para
los delitos políticos y conexos. El acuerdo fue bien recibido
internacionalmente, Luis Moreno Ocampo ex fiscal de la Corte Penal
Internacional dijo frente al acuerdo de justicia “esto
es una pieza de arte sin precedente en ningún proceso de paz”, por otro
lado el Papa Francisco apoyó el proceso, y afirmó que Colombia no puede
permitirse otro fracaso en su camino hacia la paz. La actual fiscal de la Corte
Penal Internacional, Fatou Bensouda dijo
que notaba con optimismo que el acuerdo excluía las amnistías a los crímenes más
graves.
Dos
años después, puedo decir que además de buenos recuerdos con profesores y
colegas, el congreso de abogados nos dejó grandes enseñanzas, puesto que el
éxito de este acuerdo de justicia se debe a que logró un equilibrio entre las
dos posiciones planteadas por Leyva y Zafra. Por un lado el requerimiento de las Farc de un acuerdo que no implicara la
pena privativa de la libertad, y por otro la necesidad de cumplir con unos
estándares internacionales de verdad, justicia y reparación para evitar la
jurisdicción complementaria de la Corte Penal Internacional.
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