martes, 15 de septiembre de 2015

Nicanor Restrepo, gestor del cambio


Meses después de su fallecimiento es importante recalcar el legado que dejó el empresario en nuestra sociedad. Fue un ser humano excepcional que marcó una etapa del desarrollo empresarial y social en Colombia en las últimas décadas.

Autor: Rodrigo Salas Pretelt - publicado en mayo de 2015

Hace un poco más de un año, en una reconocida revista que trata asuntos de responsabilidad social, Nicanor Restrepo Santamaría dijo: “tener privilegios como nacer en un hogar bien conformado, con salud, alimentación y acceso a la educación genera un compromiso frente a quienes no han tenido las mismas oportunidades” . Esa frase resume la forma de pensar de uno de los más grandes empresarios y líderes sociales de nuestro país, que falleció el pasado 14 de marzo en Medellín.

Era el mayor de catorce hijos, y siempre reconoció que su vocación de servicio público fue inculcada por su padre Juan Guillermo Restrepo Jaramillo. Este ejerció como alcalde de Medellín, Ministro de Industria y Comercio, diputado y Presidente de Avianca por varios años. Sin embargo, en medio de todos esos títulos procuró por educar a sus hijos en valores, criarlos lejos de la ambición y ser conscientes de los demás.

Restrepo Santamaría, que durante muchos años estuvo al mando del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), dedicó su vida al impulso del desarrollo del país. Constantemente se encontró entre la presidencia y juntas directivas de las grandes compañías que hacen parte del grupo que dirigió, dentro de las cuales se encuentran Suramericana, Argos, Nutresa, Sofasa, Almacenes Éxito, Carvajal entre otras. Pero desde el ejercicio de sus cargos en el sector privado hasta en el desarrollo de algunas funciones públicas, su propósito principal fue trabajar por el progreso social de Colombia

Tuvo a su cargo el manejo del GEA y logró que por muchos años arrojara utilidades muy por encima del Grupo Sarmiento Angulo o del Grupo Santodomingo, e igualmente que los ingresos del conglomerado representaran aproximadamente siete puntos del PIB interno. A su vez, en los ochenta creó la fundación “Empresarios por la educación” que actualmente contribuye a generar condiciones de equidad y calidad de la formación básica en todo el país. Igualmente, fue una persona influyente en el sector público. En el gobierno de Belisario Betancur fue nombrado gobernador de Antioquia y en varias ocasiones participó en los procesos de negociación de paz con la guerrilla.

Sin embargo, las personas que tuvieron la oportunidad de trabajar a su lado destacan que la proyección social que tenía radicaba en su enorme sencillez, su bajo perfil como “cacao antioqueño”  y en su facilidad de identificar los problemas que impedían el desarrollo de la sociedad.
Llama la atención que después de dejar la Presidencia Ejecutiva del GEA decidió perseguir su sueño frustrado de joven de irse a estudiar a París. Cumplidos los sesenta años, adelantó estudios de maestría en sociología y además en 2009 terminó el Doctorado en Sociología política de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (EHESS). Su tesis doctoral se tituló Transformación e influencia de las elites patronales de Antioquia sobre las políticas económicas y sociales y mediante un extenso estudio analizó los efectos del empresariado antioqueño en el desarrollo social del país desde 1940. De esta manera, es posible encontrar conclusiones muy importantes. Establece, entre otros postulados, que la tarea de impulsar el desarrollo no depende únicamente de los gobiernos, sino que también es una responsabilidad  que le compete a los ciudadanos y a los empresarios que están llamados encontrar un modelo de desarrollo económico justo, equitativo y dinámico.

Ahora, unos meses después de su muerte su legado es invaluable para las futuras generaciones de nuestro país. Por una parte, Restrepo demostró que las personas que en el transcurso de su vida reciben una buena educación, deben encaminar su ejercicio profesional a una proyección social. Como empresario con alto sentido ético, siempre estuvo pendiente del desarrollo de sus trabajadores, a tal punto que hoy en día los presidentes de grandes compañías pertenecientes al grupo reconocen a Restrepo como su mentor y su guía. Por otra parte, después de su jubilación y entrado en años, decidió dedicar su tiempo a la investigación académica para determinar los efectos del GEA en el desarrollo del país y demostrar, mediante cifras y conceptos, las consecuencias de las labores ejecutadas por las élites patronales. De esta manera, demostró ser una persona íntegra que propendió por dedicar su tiempo en favor de la comunidad y no de sus intereses y caprichos personales.  

Nicanor Restrepo fue una persona con una formación en valores sólida, que antepuso los valores éticos sobre los económicos y proyectó la gestión privada en torno al bienestar de la sociedad. Es sumamente importante la presencia de actores en la sociedad como él, que sean capaces de asumir responsabilidades no solamente respecto del ejercicio de su profesión, sino también encaminadas a asegurar el cumplimiento del interés general buscando el beneficio de la comunidad en su conjunto.


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