domingo, 13 de septiembre de 2015

Los Diálogos de Paz desde una perspectiva comparada


Tras el fuerte criticismo que se le ha dado a las negociaciones de La Habana, Foro Javeriano realiza un examen de lo que ha ocurrido con otros conflictos armados que han terminado por la vía del diálogo, con el fin de demostrar qué elementos de éstos pueden ser útiles y encaminar al éxito el proceso de paz colombiano.

Por: Jaime Hernández Palacios

En la actualidad está en boca de todo el mundo el curso de los diálogos de paz que adelantan el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Este proceso de paz ha despertado sentimientos encontrados: por un lado, hay gente que lo defiende de manera acérrima y que señala que no hay forma de terminar un conflicto a través de métodos violentos, además, la continuidad de los diálogos de paz fue el comodín que catapultó al Presidente, Juan Manuel Santos, a su reelección. Desde la otra perspectiva, hay quienes consideran que los diálogos no deberían estarse adelantando, debido a que las FARC no son un movimiento que tenga representación de la población, no son una organización que evidencie estar ligada a su ideología, ya que han hecho de su organización guerrillera una fachada para adelantar actividades ilícitas tales como el narcotráfico y, además, se escudan en la población civil y abusan de esta con el fin de exigir demandas desproporcionadas e irracionales al Gobierno.

Detrás de las críticas, abucheos, bajones de popularidad del Presidente de turno y mal estar en general de la población colombiana, hay quienes consideran que no todo puede ser “color de rosa” en el marco de un proceso de paz. Evidencia de esto son los procesos que se han acreditado como “exitosos” a nivel mundial. De estos se pueden distinguir problemas étnicos, religiosos y culturales que trascendieron el paso de los siglos, garantías como el establecimiento de tribunales ad hoc, comisiones de la verdad que se han vuelto esenciales en los procesos transicionales, la reincidencia de pequeños grupos de crimen organizado que aún tienen ciertas consignas de las antiguos actores del conflicto y, en cierta media, el sabor a injusticia que le queda a los afectados.

Colombia ya ha sido escenario de presuntos procesos de paz exitosos, la desmilitarización del M-19 y la desmovilización de las AUC. Con todo esto, queda la duda de que tan notorio fue el éxito de estos procesos con circunstancias como la presencia de las Bandas Criminales Emergentes (BACRIM) y la falta de ocupación y reincidencia en el crimen de los paramilitares reinsertados a la vida civil.

Sin perder de vista el fracaso de los diálogos en el Gobierno de Andrés Pastrana, queda la duda de que el gobierno Santos llegue a la consecución de un acuerdo de paz. Aún así, es pertinente considerar qué ha sucedido en ciertos procesos de paz que se reputan exitosos, con el fin de ver hacia dónde se dirigen los diálogos con las FARC.

IRLANDA
Este conflicto data de mediados de la Edad Media, debido a la invasión Anglo-Normanda a la isla. La imposición del anglicanismo generó divisiones en la población, lo que siglos después daría como resultado el nacimiento de la República de Irlanda, la cual conforma la mayoría del espacio geográfico de la isla y cuenta con población predominantemente católica, Estado completamente desvinculado a la corona inglesa. Alrededor del 35% de los pobladores de Irlanda del Norte (nación que surgió también de la partición de la isla) en 1923 eran católicos, lo cual dio lugar a un movimiento que propendía por la unificación de la isla, la expulsión de la presencia británica de esta y la formación de una sola nación irlandesa que comprendiera la totalidad de Irlanda y fuera totalmente independiente. De esta ideología surgió el “Irish Republican Army­(“IRA”), el cual en sus distintas derivaciones combatió alrededor del siglo XX contra la unión de Irlanda del Norte con el Reino Unido y la separación de la República de Irlanda, ante lo cual en distintas ocasiones hubo presencia de tropas británicas en la isla, con el fin de combatir su causa.

El viernes santo de 1998 se le puso fin al conflicto de Irlanda del Norte con el “Good Friday Agreement”, firmado por el Gobierno británico e irlandés, y avalado por la mayoría de los partidos políticos norirlandeses. Su aprobación fue a través de un referendo en Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Fruto de este acuerdo se llegó a que el estatus constitucional de Irlanda del Norte se viera determinado democráticamente por los dos estados irlandeses, el compromiso de paz entre los partidos políticos de la región, el establecimiento de un sistema de poder compartido para el ejecutivo de Irlanda del Norte, la transformación de la Policía Real del Ulster en un servicio de policía civil, y la retirada de las tropas británicas. El 28 de julio de 2005 el IRA Provisional anunció el cese de su lucha armada y el 3 de septiembre de 2008 el IRA se consideró desmantelado. Hoy en día el “Workers’ Party of Ireland se ve muy ligado, como movimiento político, al IRA.

BOSNIA- HERZEGOVINA
La guerra de Bosnia fue un conflicto armado que surgió de la disolución de la antigua Yugoslavia. Ante la separación de Croacia y Eslovenia de la basta nación socialista, en febrero de 1992, el pueblo de Bosnia-Herzegovina decidió en referéndum su independencia de Yugoslavia. En Bosnia siempre ha predominado el multiculturalismo y, por ende, al momento de su independencia había presencia de bosnios, serbobosnos y croatas, lo cual generó una pugna por el control de Bosnia y Herzegovina e hizo que se diera la confrontación del Ejército de la República Srpska (serbobosnos) y el Ejército de la República de Bosnia-Herzegovina, al cual se le unió el Consejo Croata de Defensa. La alianza bosniocroata ocupó 51% del territorio de Bosnia-Herzegovina y llegó hasta las puertas de Banja Luka. Sin embargo, al ver peligrar su capital de facto los serbios decidieron ponerle fin al conflicto.  

Del 1 al 21 de noviembre de 1995 tuvo lugar la conferencia que le dio fin a la Guerra de Bosnia, conflicto que se desarrolló entre 1991 y 1995. El acuerdo final fue firmado y ratificado por Croacia, Yugoslavia y Bosnia-Herzegovina el 14 de diciembre de 1995 en París, gracias a éste los estados signatarios se obligaron a guiar sus relaciones de conformidad a la Carta de las Naciones Unidas, esencialmente en lo que concierne a respetar plenamente la igualdad soberana de los demás. También, acordaron resolver sus controversias por medios pacíficos, pero lo más destacable de este acuerdo fue que la República Federativa de Yugoslavia y Bosnia y Herzegovina, se reconocieron de manera recíproca como estados soberanos e independientes.

A este acuerdo se llegó después de múltiples operaciones militares y esfuerzos fallidos de paz.  La conferencia que dio lugar a la consecución del tratado tuvo como sede una base militar en Dayton, Ohio, EEUU, esto con el fin de sacar a todas las partes de su zona de confort lo que incentivaría enormemente las negociaciones y evitaría perturbaciones de la prensa.

En el desarrollo de la guerra las fuerzas serbias-católicas atacaron a la población civil no serbia-musulmán en Bosnia oriental, por esto políticos serbios fueron condenados por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, tribunal establecido por el Consejo de Seguridad de la ONU que juzga y condena las violaciones graves al DIH cometidas en la ex Yugoslavia.

GUATEMALA
La Guerra Civil de Guatemala se dio entre 1960 y 1996, aproximadamente, de manera simultánea e influenciada por la Guerra Fría, lo que generó la polarización de la población guatemalteca. Los orígenes del conflicto datan de la década de los 60s, específicamente del fallido golpe de estado del 13 de noviembre de 1960 que buscaba derrocar a Miguel Ydígoras Fuentes. En 1962 apareció el primer grupo guerrillero del país, el MR13, que se disolvió en 1971. Seguido de esto en los 70s hubo 3 gobiernos militares y, más tarde, en los 80s se dieron varios golpes de estado y la fuga de capitales.

Los diálogos de paz transcurrieron tras los periodos de 3 presidentes de Guatemala, finalmente en el gobierno de Álvaro Arzú se dieron varios ceses de hostilidades, seguidos de acuerdos sectoriales y acuerdos que regularon aspectos socioeconómicos, temas agrarios, el fortalecimiento del poder civil y la función del ejército en una sociedad democrática. En marco de este proceso de paz la ONU nombró una Comisión para el Esclarecimiento Histórico, con objeto de recopilar información histórica de la Guerra Civil. La Guerra terminó el 29 de diciembre de 1996, en el gobierno de Arzú, con la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, el cual contemplaba todos los acuerdos previos a los que se había llegado.

EL SALVADOR
La Guerra Civil de El Salvador fue un conflicto armado que se desarrolló entre las Fuerzas Armadas de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Esta confrontación armada, se calcula, dejó alrededor de 70.000 muertos y 8.000 desaparecidos.

Tras varios intentos de negociación fallidos, el conflicto de cerca de 12 años de duración llegó a su fin con los Acuerdos de Paz de Chapultepec, firmados el 16 de enero de 1992 entre el Gobierno de El Salvador y el FMLN. Los diálogos que llevaron al acuerdo fueron incentivados por la ONU en 1989 y casi son perturbados por una ofensiva general del FMLN que fue contenida por la Fuerza Armada. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas creó una misión de observación para la resolución del conflicto (conformada por civiles, militares y policías). Como resultado del acuerdo hubo modificaciones a la Constitución del Salvador, se modificaron las fuerzas armadas, se creó la Policía Nacional Civil y se modificó el sistema judicial y la defensa de los Derechos Humanos, el sistema electoral, y se adoptaron medidas económicas y sociales. El cumplimiento de estos acuerdos quedó bajo la tutela de una misión especial de Naciones Unidas, la cual terminó sus gestiones 3 años después.

Realizado este examen, se puede desvirtuar el argumento de algunos que avocan porque el conflicto colombiano es tan complejo debido a su duración que no puede resolverse. Como se evidencia del caso irlandés, este fue un conflicto que se desarrolló siglos atrás y que sus detonantes fueron problemáticas étnicas y religiosas, mientras que el conflicto colombiano, en sus raíces no puede datar de más de 80 años atrás y se centra en la presencia de una guerrilla marxista-leninista que nunca logró derrocar al gobierno legítimo para imponer su ideología y utiliza su bagaje político como fachada para adelantar actividades propias del crimen organizado.

Tomando en cuenta la problemática de utilizar organizaciones guerrilleras únicamente con el fin de perseguir intereses lucrativos a través de actividades ilícitas, el verdadero reto del proceso de paz colombiano, si llegase a tener éxito, es el de demostrarle al mundo como se puede desarticular de forma pacífica a grupos armados al margen de la ley y no se expanda por otros sectores las actividades criminales que estos venían desarrollando, porque de lo contrario no serviría de nada la desmovilización de una organización militar, ya que en vez de solucionar o erradicar el problema, éste simplemente se estaría transformando. La intervención de la ONU podría ser una herramienta idónea para darle un final exitoso a los diálogos de La Habana, de la mano con un poco más de discreción y reserva con los medios de comunicación, más carácter del Gobierno al no tolerar agresiones que puedan destruir la confianza en la negociación, y un poco más de paciencia del pueblo colombiano, ya que la paz no se construye de la noche a la mañana.



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