La doctrina del odio y la desinformación
Autor: Jorge Mario González – VII
Semestre.
Un intento del Ministerio de Educación por procurar que
los manuales de convivencia en los colegios estuvieran acordes con la
Constitución, terminó en una guerra sucia y mentirosa. Donde se inventaron una
cantidad de mitos sobre lo que es educar en igualdad y se atacó a la Ministra
con insultos de la más baja categoría. Hoy aprovecho este espacio para alzar la
voz en medio de tanto odio y defender los derechos y libertades en que
profundamente creo.
Para los que dicen que la educación de género es
adoctrinar, les voy a decir lo que es adoctrinar: adoctrinar es que desde los
dos años te digan qué te tiene que gustar – si eres
niña tienes que jugar con muñecas y si eres niño te tiene que gustar el fútbol,
porque de lo contrario eres una machorra lesbiana o un maricón –. Y ahí creamos
dos tipos de personas: los frustrados, llenos de miedo, y los violentos, que
creen que tienen el derecho de imponer su forma de ver el mundo a los demás.
Adoctrinar es lo que hacen la mayoría de colegios en este país, que no sólo
enseñan religión e imponen un modelo de ser (lo cual es su derecho) sino que
desde esa religión también enseñan a señalar y a discriminar a todo lo que se
salga de su esquema. Y empieza ahí un bullying que se perpetúa.
A todos los que critican la educación de género desde sus
cómodas cuadrículas, los invito a que crucen la línea y se pongan en el otro
lado. A ustedes no les importa la niñez, les importa su derecho a adoctrinarla.
Si les importara la niñez pensarían en todos los niños y jóvenes que luchan día
a día con su identidad en un ambiente de hostilidad y atosigamiento creado por
la falta de educación en igualdad que ustedes defienden; y no saben si esos
jóvenes son sus hijos o sus hermanos. ¿Cuántos casos más como los de Sergio
Urrego tendrán que pasar para que dejemos de violentar los derechos de las
personas por sus condiciones? Dejen de creer que educación de género es
enseñarles a los niños una orientación sexual. La orientación sexual no es algo
que se pueda enseñar ni aprender, lo que sí se puede -y se tiene que- enseñar
es a tolerar, tarea en la que las familias e instituciones "más
moralistas" de este país han fallado. La educación de género no es
adoctrinar, es exactamente lo contrario: romper el adoctrinamiento en el que
nos meten desde que nacemos, enseñar a tener confianza, a ser felices con quien
se es y a respetar a los demás como lo que son.
Lamento mucho la difícil situación de Gina Parody,
es impresionante todo el daño que puede hacer el botón de "share" en
una sociedad que no lee antes de repetir y que
propaga la desinformación. Ustedes que compartieron las cartillas eróticas
diciendo que eran reales e iban a ser repartidas en los colegios, deben ser los
mismos que repiten que les van a pagar 1.800.000 pesos a los guerrilleros.
Colombia es un país que lejos de transmitir inclusión,
respeto y amor, incita al odio y la discriminación: Una sociedad que no funciona y que está lejos
de hacer que la paz sea algo más real que un papel. Cada día que pasa pierdo
más la fe en este país y me duele, no por nosotros sino por los que vienen.
Estoy convencido de que estamos viviendo una etapa más de
la historia donde la mayoría quiere hacer de su opinión fuente de derecho. Pasó
con las mujeres, con los judíos, con los negros. Ya veremos en 50 años quienes
avergonzarán al entonces presente de la humanidad.
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