¿Golpe de Estado en Turquía?
Relato y
análisis para FORO JAVERIANO de una estudiante colombiana de último año de
Derecho en la Javeriana que vivió y logró escapar del fallido golpe de estado
en Turquía.
Autora: Olga María Mutis Ordóñez –
Colaboración para FORO JAVERIANO
El 15 de
julio a las 10 p.m. empezó la incertidumbre. Me llegó un whatsapp: “No salgan
del hotel, no es seguro”. Empecé a buscar explicaciones en televisión e
internet. Todo estaba en turco y solo veía imágenes de soldados, bombas y
tanques en las noticias.
Los
vecinos de habitación, que entendían el idioma, se asomaron por la ventana
encontrándose con el grito de un soldado que les ordenó cerrar la cortina y
apagar la luz apuntándoles con su arma. Se trataba de un toque de queda: nadie
podía salir a las calles.
Aunque
en un principio había teorías de que el responsable del ataque fuera ISIS, poco
a poco fue claro que se trataba de un golpe de estado.
Nos
decíamos a nosotros mismos y a nuestras familias que el hotel era el lugar más
seguro en el que podíamos estar. Oíamos gritos de soldados, aviones, tiros e
incluso la bomba que plantaron en el edificio de CNN.
Erdogan
apareció horas después anunciando que el golpe de estado estaba controlado,
pidiendo a sus seguidores salir a las calles a luchar por su gobierno
democrático, con lo que miles de personas salieron a la calle e incluso se
pararon en frente de los tanques de guerra.
Al día
siguiente pude comprar un tiquete a Barcelona, pues había perdido mi vuelo.
Había sido imposible llegar al aeropuerto porque los golpistas bloquearon los
puentes que conectaban los dos continentes y la actividad aérea de Ataturk se
había cancelado.
Salí
para el aeropuerto. El taxista me dijo: “Ataturk, problem”. ¿Qué problema había
en el aeropuerto, si en el hotel me habían dicho que ya estaba operando? Cuando
llegamos lo entendí. Había una fila de carros de casi 3 km para llegar y el
taxista no quiso acercarme más de lo necesario.
Tuve que
caminar 2 km hasta el aeropuerto con mi maleta. Yo diría que era la única mujer
en el panorama. Pasaban hombres fumando, hablando una lengua que para ese punto
ya me parecía alienígena, todos con banderas de Turquía. Yo intentaba sólo
mirar al frente y caminar con paso firme.
Mi vuelo
fue uno de los primeros en partir. Fui muy afortunada. Después de 2 horas de
retraso, arrancó. Me sentí llegando a la tierra prometida cuando pisé España. Les
di un abrazo a mis papás y me entrevistaron los medios españoles. Se me quitó
el estado de alerta permanente y sonreí por primera vez en dos días. Escapé.
Desde el
golpe de Estado, las noticias acerca de
Turquía generan muchos interrogantes. ¿Por qué se detuvo a más de 70 generales
y almirantes al día siguiente del Golpe? ¿Por qué hay detenidos de todas las
fuerzas militares del país e incluso algunos consejeros personales del
presidente? ¿No se trataba simplemente de una minoría que atacaba el Estado
democrático de Turquía, como lo aseguraba Edrogan?
Otra
pregunta importante: ¿por qué la suspensión y detención de más de 2.700 jueces
y decenas de profesores en los días siguientes? En un golpe de Estado no
participan ni jueces ni profesores, se trata de una actuación de las fuerzas
armadas para tomarse el Gobierno del país. Es, además, altamente improbable que
hayan tenido un juicio justo teniendo en cuenta que ya estaban detenidos y
suspendidos a los pocos días del Golpe.
Erdogan
anunció que busca recuperar la pena de muerte contra los golpistas. Estas
declaraciones causaron reacciones de líderes políticos alrededor del mundo. La
más importante, a mi juicio, fue la de la jefa de la diplomacia europea
Federica Mogherini, quien declaró que las conversaciones para hacer a Turquía
parte de la Unión Europea acabarían si se aceptara la pena de muerte en el
país.
Se
desprende de este análisis que el presidente Erdogan está usando el supuesto
golpe para restringir más las libertades de sus ciudadanos y limpiar su
oposición. Se debe investigar de cerca, por parte de la comunidad internacional,
todo lo que está pasando en Turquía para evitar que posibles violaciones a los
derechos humanos de los soldados, jueces, profesores y la población civil de
ese país queden impunes.
Todo
aquel que camine por la ciudad mágica de Estambul estará de acuerdo con que lo sucedido
el 15 y 16 de julio pasados marcó la historia de Turquía. Quienes somos ajenos
a la cotidianidad del país, sólo podemos esperar que su democracia se
fortalezca y que Turquía pueda pasar la página de esta intentona golpista sin
impunidad, con libertad de prensa y de pensamiento y, especialmente, con la
verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario