Carlos Raúl Yepes, presidente del Grupo Bancolombia,
recientemente escogido y galardonado como el empresario del año, es abogado de la Universidad
Pontificia Bolivariana de Medellín, especializado en derecho de los negocios de
la Universidad Externado de Colombia, hizo cursos de formación ejecutiva en Kellogg School of Management,
Yale School of Management, Universidad de Delaware, IESE, Warthon y CEIBS.
En entrevista
exclusiva con FORO JAVERIANO, el presidente de Bancolombia habló de su época de
estudiante y recuerda que tuvo que barrer y servir tintos al empezar a ejercer
la profesión; al tiempo que revela cuáles son los requisitos que debe reunir un
abogado que aspire a trabajar en su organización.
John Marcos Torres: Dr. Yepes, reciba un saludo respetuoso de parte de la
comunidad académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia
Universidad Javeriana; gracias por esta entrevista para el Periódico Foro
Javeriano.
Carlos Raúl Yepes: Quiero saludar muy especialmente a esa casa de estudios,
a sus directivos, a los estudiantes, por supuesto a quienes están al frente de
Foro Javeriano y a todos sus lectores.
J. M. T.: Siendo usted un profesional exitoso y habiendo llegado a
ocupar la máxima posición dentro del banco más importante del país, ¿cuál
considera hasta el momento ha sido su máxima satisfacción?
C. R. Y.: Si algo tengo de orgullo en la vida es ser abogado,
sentirme abogado y a pesar de estar en una posición de éstas, donde ya uno
tiene que tener una visión mucho más integral de la vida y mucho más
especializada también, la formación de abogado y la formación con los Jesuitas,
específicamente, para mí han sido dos de los temas más valiosos que he tenido
en mi vida.
J. M. T.: ¿Fue buen estudiante?
C. R. Y.: Siempre he sido un dedicado al derecho, lo sigo
estudiando, he sido muy disciplinado, valoro mucho la profesión y por lo tanto aún me siguen preocupando asuntos, como
el ejercicio de los temas judiciales.
J. M. T.: ¿Qué recuerda de sus inicios en el ejercicio de la
profesión?
C. R. Y.: Cuando yo llegaba a la oficina de abogados donde
trabajaba, que era una oficina pequeña, hacía de todo. Yo barría, trapeaba,
servía los tintos, patinaba los procesos, llevaba los embargos, llevaba a los
secuestres, montaba en bus o en taxi de un lado a otro; y ese fue un
aprendizaje muy valioso y del que me siento muy orgulloso, porque contribuyó en
mi formación de abogado.
J. M. T.: ¿Cuáles cree que son los retos que deben asumir los
estudiantes y profesionales del derecho?
C. R. Y.: El país ha avanzado mucho en los temas legales y los
abogados estamos llamados a cumplir un rol muy importante en nuestra sociedad.
Yo creo, y no es por ponerme de ejemplo, que un abogado puede ser perfectamente
presidente de una institución como Bancolombia, o de otras tan reconocidas, y
por eso me siento muy orgulloso de tener la formación de abogado, y repito, de
haberlo hecho con los Jesuitas.
J. M. T.: ¿Hacia dónde debiera ir el desarrollo del conocimiento
jurídico y el estudio de las ciencias jurídicas en el mundo de hoy?
C. R. Y.: Una de las habilidades que tiene que desarrollar el
abogado, es saber anticiparse a los comportamientos del ser humano y de las
sociedades. Se debe ser muy preciso en la redacción de las normas y hay que
tener mucha claridad en la hermenéutica jurídica.
J. M. T.: ¿Qué tipo de abogados están buscando ustedes los empresarios?
C. R. Y.: Buscamos abogados con un proceso de formación integral, que
le den mucho valor a varias cosas, a la ética y a la integridad, no solo al
conocimiento estrictamente jurídico que
por supuesto es importante. No basta con estar formado en lo técnico, se
requiere fundamentalmente del aspecto personal. Nosotros en las empresas
buscamos primero la calidad de las personas, porque lo técnico luego se puede
aprender. Necesitamos y buscamos abogados y profesionales que tengan un balance
entre la formación personal y la formación profesional.
J. M. T.: ¿Qué diferencias encuentra entre el abogado de hoy, con
respecto a los de su generación y los profesionales del derecho que le
antecedieron a la misma?
C. R. Y.: El abogado de hoy no puede decir estrictamente que es un
hombre dedicado a las leyes. El abogado debe ser un profesional dedicado a la
sociedad, a entender las relaciones en la sociedad, y desde ahí se puede
cumplir un rol superior, y hay una gran diferenciación del papel del abogado
que se concibe de esa manera.
J. M. T.: Su reflexión para los estudiantes de derecho que ya van
terminando materias y están próximos a ejercer la profesión, y para quienes
apenas comienzan su primer semestre.
C. R. Y.: Quiero insistirles en que estamos buscando más personas
que profesionales. Es más fácil formar un profesional que formar una persona.
Nosotros en el Grupo Bancolombia, no venimos a dar utilidades, sino a crear valor a través de los valores. Buscamos
personas integras, que sean capaces de trabajar en equipo, que estén en función
de buscar una mejor sociedad. Necesitamos abogados éticos, con excelencia
académica, personas que valoren y tengan sensibilidad por los temas ambientales
y sobre todo comprometidos con lo social. No solo necesitamos buenos abogados,
necesitamos personas que ayuden en lo económico, en lo social, en lo ambiental
y por eso requerimos de personas que tengan unas calidades especiales que las
hagan diferenciar de los demás. Tenemos muchas responsabilidades y el abogado
como tal está llamado a cumplir ese rol.
J. M. T.: Agradeciéndole por su tiempo y amabilidad, quiero
terminar conociendo su opinión sobre el proceso de paz.
C. R. Y.: El sector empresarial y cada colombiano deben aportar a
la construcción de la paz. No hay
que esperar a que se solucione el conflicto para comenzar a hacer algo,
empecemos todos desde ya.
[1] Periodista y estudiante de derecho de VIII semestre.
Comentarios: @johnmarcost johnmarcost@gmail.com
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