martes, 7 de mayo de 2013

“Mi orgullo en la vida es ser abogado”: Carlos Raúl Yepes, presidente Grupo Bancolombia.

Por: John Marcos Torres[1] – Especial para Foro Javeriano

Carlos Raúl Yepes, presidente del Grupo Bancolombia, recientemente escogido y galardonado como el empresario del año, es abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, especializado en derecho de los negocios de la Universidad Externado de Colombia, hizo cursos de formación ejecutiva en Kellogg School of Management, Yale School of Management, Universidad de Delaware, IESE, Warthon y CEIBS.

En entrevista exclusiva con FORO JAVERIANO, el presidente de Bancolombia habló de su época de estudiante y recuerda que tuvo que barrer y servir tintos al empezar a ejercer la profesión; al tiempo que revela cuáles son los requisitos que debe reunir un abogado que aspire a trabajar en su organización.

John Marcos Torres: Dr. Yepes, reciba un saludo respetuoso de parte de la comunidad académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana; gracias por esta entrevista para el Periódico Foro Javeriano.

Carlos Raúl Yepes: Quiero saludar muy especialmente a esa casa de estudios, a sus directivos, a los estudiantes, por supuesto a quienes están al frente de Foro Javeriano y a todos sus lectores.

J. M. T.: Siendo usted un profesional exitoso y habiendo llegado a ocupar la máxima posición dentro del banco más importante del país, ¿cuál considera hasta el momento ha sido su máxima satisfacción?

C. R. Y.: Si algo tengo de orgullo en la vida es ser abogado, sentirme abogado y a pesar de estar en una posición de éstas, donde ya uno tiene que tener una visión mucho más integral de la vida y mucho más especializada también, la formación de abogado y la formación con los Jesuitas, específicamente, para mí han sido dos de los temas más valiosos que he tenido en mi vida.

J. M. T.: ¿Fue buen estudiante?

C. R. Y.: Siempre he sido un dedicado al derecho, lo sigo estudiando, he sido muy disciplinado, valoro mucho la profesión y por  lo tanto aún me siguen preocupando asuntos, como el ejercicio de los temas judiciales.

J. M. T.: ¿Qué recuerda de sus inicios en el ejercicio de la profesión?

C. R. Y.: Cuando yo llegaba a la oficina de abogados donde trabajaba, que era una oficina pequeña, hacía de todo. Yo barría, trapeaba, servía los tintos, patinaba los procesos, llevaba los embargos, llevaba a los secuestres, montaba en bus o en taxi de un lado a otro; y ese fue un aprendizaje muy valioso y del que me siento muy orgulloso, porque contribuyó en mi formación de abogado.

J. M. T.: ¿Cuáles cree que son los retos que deben asumir los estudiantes y profesionales del derecho?

C. R. Y.: El país ha avanzado mucho en los temas legales y los abogados estamos llamados a cumplir un rol muy importante en nuestra sociedad. Yo creo, y no es por ponerme de ejemplo, que un abogado puede ser perfectamente presidente de una institución como Bancolombia, o de otras tan reconocidas, y por eso me siento muy orgulloso de tener la formación de abogado, y repito, de haberlo hecho con los Jesuitas.

J. M. T.: ¿Hacia dónde debiera ir el desarrollo del conocimiento jurídico y el estudio de las ciencias jurídicas en el mundo de hoy?

C. R. Y.: Una de las habilidades que tiene que desarrollar el abogado, es saber anticiparse a los comportamientos del ser humano y de las sociedades. Se debe ser muy preciso en la redacción de las normas y hay que tener mucha claridad en la hermenéutica jurídica.

J. M. T.: ¿Qué tipo de abogados están buscando ustedes los empresarios?

C. R. Y.: Buscamos abogados con un proceso de formación integral, que le den mucho valor a varias cosas, a la ética y a la integridad, no solo al conocimiento estrictamente  jurídico que por supuesto es importante. No basta con estar formado en lo técnico, se requiere fundamentalmente del aspecto personal. Nosotros en las empresas buscamos primero la calidad de las personas, porque lo técnico luego se puede aprender. Necesitamos y buscamos abogados y profesionales que tengan un balance entre la formación personal y la formación profesional.

J. M. T.: ¿Qué diferencias encuentra entre el abogado de hoy, con respecto a los de su generación y los profesionales del derecho que le antecedieron a la misma?

C. R. Y.: El abogado de hoy no puede decir estrictamente que es un hombre dedicado a las leyes. El abogado debe ser un profesional dedicado a la sociedad, a entender las relaciones en la sociedad, y desde ahí se puede cumplir un rol superior, y hay una gran diferenciación del papel del abogado que se concibe de esa manera.

J. M. T.: Su reflexión para los estudiantes de derecho que ya van terminando materias y están próximos a ejercer la profesión, y para quienes apenas comienzan su primer semestre.

C. R. Y.: Quiero insistirles en que estamos buscando más personas que profesionales. Es más fácil formar un profesional que formar una persona. Nosotros en el Grupo Bancolombia, no venimos a dar utilidades, sino  a crear valor a través de los valores. Buscamos personas integras, que sean capaces de trabajar en equipo, que estén en función de buscar una mejor sociedad. Necesitamos abogados éticos, con excelencia académica, personas que valoren y tengan sensibilidad por los temas ambientales y sobre todo comprometidos con lo social. No solo necesitamos buenos abogados, necesitamos personas que ayuden en lo económico, en lo social, en lo ambiental y por eso requerimos de personas que tengan unas calidades especiales que las hagan diferenciar de los demás. Tenemos muchas responsabilidades y el abogado como tal está llamado a cumplir ese rol.

J. M. T.: Agradeciéndole por su tiempo y amabilidad, quiero terminar conociendo su opinión sobre el proceso de paz.

C. R. Y.: El sector empresarial y cada colombiano deben aportar a la construcción de la paz. No hay que esperar a que se solucione el conflicto para comenzar a hacer algo, empecemos todos desde ya.

 


[1] Periodista y estudiante de derecho de VIII semestre. Comentarios: @johnmarcost johnmarcost@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario