En esta edición, Celso
Piña decidió hacer una lista numerus
clausus de todas las guarachas, juguetes, comportamientos y rituales que se
esperan de un abogado de bien. Si usted está cansado de chistes flojos y de
medio pelo, como que el pescado favorito del abogado es el róbalo, siga esta fórmula
mágica del “ésito”, que le asegurará convertirse en todo un doctor Elvis Teck,
o un don Pepe Lotudo, y no en un Aquiles Pinto Paredes o en una Cindy Nero.
Aquí está el top ten. Todo abogado
debe:
10: Marcar las camisas
con las iniciales: Así como todo ganadero debe marcar
su ganado con un hierro, todo abogado respetable debe marcar sus camisas con
sus iniciales. ¿Y es que quién dijo que eso de la moda de los monogramas y las
corbatas Hermes con la marquilla volteada es narcisismo? Viles mentiras de los
encapuchados y psicoanalistas. Los monogramas le harán ser un abogado
choco-divertido y fabuloso. Además, imagínese perder sus finas camisas en la
lavandería. ¡No, terrible! No sobra decir que las iniciales deben ser mínimo
tamaño Arial 72” y debe agrandarlas cada año de la misma manera que el poni de Ralph Lauren crece con cada nueva
colección.
9: Saber
quitar el nudo del expediente con el colmillo: Así como uno siempre debe tener un amigo “Poker
Colmillo Fino, que le destapa la botella en un solo tino”, todo abogado debe
saber quitarle la cabuya al expediente con el diente. Esto, además, de ser una
habilidad oral practica, forma parte del glamour
de la profesión.
8: Abstenerse de tener
relaciones sexuales con sus clientes: Todo el mundo sabe
que es deshonesto pasar una cuenta de cobro dos veces por el mismo servicio.
Además, resulta preciso recordarle a los abogados intrépidos que constituyen faltas de lealtad con el cliente: “Garantizar
que de ser encargado de la gestión,
habrá de obtener un resultado favorable” y
“aceptar cualquier encargo
profesional para el cual no se encuentre capacitado, o que no pueda
atender diligentemente en razón del exceso de compromisos
profesionales” (según el artículo 34 del Código
Disciplinario del Abogado). Es de entender que los abogados somos gente de bien
y no mujeres de la vida alegre, así cobremos por adelantado y, al final, no nos
importe el problema de nuestro cliente.
7: Saber Patinar:
Con el temita del Calentamiento Global y la subida de los pasajes del Transmi, todo abogado debe comprarse
unos patines. Resulta mucho más elegante patinar que andar en una moto AKT. Además, eso del movimiento de
cadera por toda la Jiménez está más de moda que el Harlem Shake con Ingrid Betancourt (¡con los terroristas!), sumado a que
ayuda a quitar el brazo de tía.
6: Abstenerse de
Perseguir Ambulancias: Si ya estudió responsabilidad civil,
y cree que perseguir ambulancias es una buena fuente de ingresos, piense en cómo
se ve un abogado con la camisa chorreada de mondongo, repartiendo tarjetas
“profesionales” con el sello de la diosa Temis, en el pabellón de quemados de
la Clínica San Juan de Dios. Le podemos asegurar que es más sofisticado un
payaso que ofrece corrientazos con un megáfono en San Victorino.
5: Tener el libro de
Teoría General del Contrato y del Negocio Jurídico de Ospina Fernández:
Este libro es simplemente lim (x→∞),
Ospina Fernández es el Chuck Norris
del derecho, y según dicen las malas lenguas, podía dividir por cero.
4: Tener una estatua de
la Diosa Temis: Como dice el adagio popular: “argumentar
que el amor ciego es una excusa para ser grillero, de la misma forma, la
justicia también es ciega y también perrea”. Tener una estatua de la Diosa
Temis es lo último en guarachas desde que Chávez expidió el Código de Hammurabi
y desde que Cicerón estuvo con las Prostitutas de Gayo. Usando la analogía de
facto, así como todo taxista debe tener un perro de hule que mueve la cabeza,
un rosario con la Milagrosa del Carmen y un letrero de “el pito no empuja” en
su vehículo de tracto no animal (pero piloteado por uno), todo abogado debe
tener una estatua de la Diosa Temis en su escritorio.
3: Comprar el Triple
Combo: Todo el mundo sabe que el JSB (Jeans sin Bolsillos)
o Jean Sinbol paso de moda, y que ahora se
debe usar el JLC (Jean Levanta Cola). De la misma manera, todo jurista
respetable debe estar al tanto de la moda
iuris. De acuerdo con lo anterior, todo abogado debe portar el Triple Combo
o PPP, consistente en una Pluma Montblanc, un Pañuelo Alexander McQueen y un
Palillo Johnson y Johnson para los residuos dentales. Ee esta manera Ud.
siempre lucirá una sonrisa Marlon Becerra.
2: Tomar Whisky:
El whisky es el elixir del abogado, la fuente de la eterna juventud. Abogado
que se respete, además de tomar Néctar Club, toma whisky. Todo el mundo sabe
que es mejor ser borracho conocido que un alcohólico anónimo. Y no se preocupe,
la cirrosis se la inventó Jota Mario Valencia a través de la expedición de la Ley
100 como parte de una conspiración masiva para desfalcar al Estado colombiano.
1: Saber que los Jueces
Profieren Providencias Judiciales (Autos y Sentencias) y no Oficios:
Decirle al ilustre togado: “Por favor ofícieme este memorial”; es de quinta
también.
Esperamos que nuestro top
diez les sea útil a todos los pichones de abogados (porque todos pichan entre
sí), al igual que a los egresados para que forjen su camino hacia la gloria y
la perfección. Mantengan la calma, y como dice el filósofo Puertorriqueño Daddy
Yankee: “Güeno... como te decía, yu nou:
¡Es mejor que se preparen que lo que viene es pa que le den, duro!”.
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