El pueblo minero desconocido por muchos, aún en su calidad de patrimonio
nacional de la Nación, es ahora víctima del desplazamiento forzado debido a una
multinacional canadiense.
Por: María Paula Álvarez Rojas - Estudiante de la Universidad de Calgary
Marmato, Caldas, es un pueblito tradicional colombiano de
aproximadamente 8000 habitante. Se encuentra ubicado en una de las tantas montañas de
Colombia. Su única diferencia, es la calidad de la montaña: está llena de oro. La
prosperidad de este pequeño pueblo de Caldas se ha dado gracias a la extracción
de este mineral precioso. Esta práctica se ha llevado a cabo en esta zona desde
1538 y su valor es tan grande que el pueblo fue declarado patrimonio histórico,
cultural, social y económico de la Nación en 1982.
Como consecuencia del hombre
natural que todos los seres humanos llevamos dentro, la riqueza contenida en
este pueblo ha creado un gran sentimiento de avaricia para muchos de los caza
tesoros de calidad mundial. El sentimiento se ha convertido en algo tan
eminente que este pueblo está apunto de llamarse extinto.
En el 2008 nuestro gobierno firmó un tratado de libre comercio con
Canadá. El país veía luz verde en inversión y crecimiento económico; tristemente,
este dibujo color de rosa no sería de prosperidad para todos, sino
exclusivamente para los pueblos mineros. En el 2010, casi 48 pueblos en
Santander se quedaron sin agua potable, pues una empresa canadiense de minería
iba extraer oro del páramo de Santurbán. Afortunadamente, gracias a las voces
de muchos colombianos del sector, el proyecto se frenó -por lo menos por un
tiempo-.
Pues bien, las consecuencias de este tratado vuelven a relucir en este
pueblito en Caldas, muy insignificante, muy en la montaña, que nadie conoce, pero que tristemente tiene
una población de 8000 personas, 8000 colombianos que, en unos meses más, se
quedarán sin un hogar y sin una historia. Serán unos desplazados más de nuestra
linda patria.
Gran Colombia Gold, una firma Canadiense manejada por un empresa llamada
Medoro Resources, ha llegado a explotar la tierra. Su discurso ha sido el de
una entidad liberadora de todo mal. Su propósito ha sido implementar la gran
idea de mantener un ambiente social estable para la comunidad, proveyendo
educación y trabajo pero por medio de una explotación minera a gran escala de
cielo abierto, que, en últimas, significa el fin de la montaña y de Marmato. Por otro lado, han tomado títulos mineros de
ciertas familias, que toda la vida han practicado la minería artesanal en su
pueblo y que de eso viven, a precios totalmente lesivos.
Muchas empresas han pasado por Marmato, y ha sido gracias al pueblo y a la
lucha constante de su población, que han logrado mantenerse de pie en su zona. Sin embargo, la situación
anterior era más complicada, ya que las empresas llegaban con un discurso mucho
más fuerte de desplazamiento. Hoy en día, sin embargo, el discurso es más clandestino
y la compañía actual- Gran Colombia Gold- quiere explotar los recursos a su
manera, sin mencionar aún el desplazamiento. Esto quiere decir que serán los propios miembros de la
población quienes tendrán que decidir su partida, cuando los derrumbes sobre el
pueblo sean tan altos, que no les quede otra alternativa.
El gobierno ha estado al tanto de esta situación, y a causa de las
políticas de apertura económica e inversión extranjera, no ha habido lío en
dejar el país vendido a unas cuantas compañías. Antes mejor, o eso dicen, para
que el mundo vea que Colombia es un país cuyo PIB crece notablemente, lo que no
pasaba en años anteriores. Incluso, el apoyo a la extracción minera, ha
generado que ésta, como otras situaciones similares, no salgan a la luz
pública. Además, el Congreso ya aprobó la extracción de cielo abierto para
Junio de este año.
Los perjuicios están a la vista. Vamos a abrir nuestras puertas a
multinacionales, pero ¿a costa de qué? ¿Tenemos que vender nuestra alma patria para ser reconocidos mundialmente?
Respetemos los derechos humanos. En este caso vale unirnos por los marmateños o
más bien por colombianos como usted o como yo.
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