domingo, 17 de marzo de 2013

Editorial: Botando créditos a la caneca



De los cambios al reglamento que se están empezando a implementar a partir de este semestre, positivos en su mayoría, existen algunos que no acaban de convencer a los estudiantes. Uno de ellos es la prohibición para inscribir materias una vez iniciado el periodo académico, disposición cuya razón de ser no se acaba de entender


Desde el semestre pasado, y con el fin de obtener la tan anhelada acreditación por el máximo término posible, se vienen implementando en la Facultad una serie de cambios que buscan mejorar las deficiencias que se han detectado en su funcionamiento. Si bien la mayoría de las modificaciones han sido ampliamente alabadas, como ocurre con la flexibilización del plan de estudios, otras decisiones han generado un sinsabor en los estudiantes, como la imposibilidad de inscribir materias una vez iniciado el semestre. A partir de este año, las dos citas que se programan durante el periodo de vacaciones son los únicos espacios para elegir las clases; una vez iniciado el período académico, solo es posible dar de baja las materias que no se deseen ver, pero no se puede hacer nada con los créditos sobrantes. Este nuevo régimen aplica a todo lo que se inscriba, tanto a las materias del núcleo fundamental como a las electivas y complementarias.
El problema más evidente se presenta con las electivas y las complementarias (que, por su misma naturaleza, están ahí para que el estudiante las elija), con las que choca esta nueva disposición del reglamento. Si usted inscribió una electiva pero no le gustó, no se sintió cómodo o, sencillamente, encontró después otra que se acomodaba más a sus intereses, no hay nada que pueda hacer. Perdió esos créditos. Además, el SIU se sigue quedando corto a la hora de proveer información sobre las materias que se pueden inscribir. Si bien en Derecho el problema es menor, no todas las facultades tienen al día en el sistema lo referente a sus materias y profesores, por lo que, en el momento de inscribir una electiva ofrecida por otra carrera, se suele estar eligiendo a ciegas. Usted podría estar metiéndose en la boca del lobo, ya que se dejó tentar por el nombre de la cátedra, y no habrá vuelta atrás.
Además, hay que tener en cuenta que, dentro de los requisitos de grado está el haber aprobado 22 créditos de materias electivas y complementarias. El plan de estudios está diseñado para que, si usted inscribe semestralmente una electiva de dos créditos (salvo en sexto semestre, donde puede inscribir cuatro créditos por estar viendo solo 16 de núcleo fundamental), llegue a décimo habiendo cumplido con este requisito. Por lo tanto, si usted inscribe una electiva que no es de su agrado o interés, tiene dos opciones: retírela, pierda los créditos e ingéniese una forma de verlos antes de llegar a décimo semestre para no tener que pagar media matrícula adicional por las electivas faltantes; o vea la materia que escogió (a ciegas) y quédese con la sensación de que podría estar invirtiendo mejor ese tiempo en algo que realmente le aporte (salvo que se cambie de opinión sobre la clase a lo largo del semestre, en cuyo caso, empiece a agradecer el cambio en el reglamento).
Para explicar la razón de ser de las modificaciones al reglamento, la Facultad organizó una reunión a finales del año pasado con todos los estudiantes. Tras la exposición sobre el nuevo reglamento, realizada por la Directora de Carrera, llegó el turno del público para preguntar por qué los créditos que no se inscribían durante las citas se iban a perder. Según Aura Ximena Osorio, los programas de las materias son muy extensos (cierto) y el tiempo durante el semestre es poco (cierto también), por lo que los profesores se ven obligados a correr (una vez más, cierto), y el hecho de que los estudiantes inscriban la clase una o dos semanas tarde haría que el profesor tuviera que retrasar el inicio de su cátedra durante ese tiempo (afirmación muy discutible). Por el contrario, la experiencia demuestra que los profesores no esperan a tener quórum completo para iniciar el semestre.  De hecho son pocos los profesores que respetan la máxima javeriana que reza “la primera clase no se dicta y la última no se recibe”.
Por ese mismo apremio que describía la Directora de Carrera, a los profesores poco les importa si faltan unos cuantos estudiantes  durante las primeras semanas. Estoy seguro que en todos los cursos existe un personaje que regresa de sus vacaciones el primer viernes del semestre, tomándose así la primera semana ¿Acaso el profesor espera a que él/ella regrese para comenzar? Todos hemos visto a este personaje pidiendo cuadernos ajenos para poder adelantarse, por lo que la respuesta evidente es que no, el profesor no lo esperó. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el estudiante que inscribe la materia en la cita pero llega tarde de un paseo y el que la inscribe una semana después? El problema, en ambos casos, será para el estudiante, pues le tocará buscar cómo adelantarse, pero la clase siguió y al profesor poco le importó (quizás ni notó) la ausencia.
Puede que parezca mezquino criticar la medida en términos de plata, pero es inevitable hacerlo. El valor del crédito en 2013 (5% del precio de la matrícula) está en $402.950 pesos. Esto significa que, de retirar, por ejemplo, una electiva de dos créditos, $805.900 pesos se fueron a la caneca. Estamos hablando de cientos de miles de pesos que fueron pagados por un estudiante, pero que, por una decisión administrativa que no está claramente justificada, él no los puede aprovechar y se terminan perdiendo. Dudo que haya alguien que quede tranquilo tras botar a la basura más de medio millón de pesos.
En conclusión, nadie está en contra de que la Facultad adopte medidas tendientes a su mejoramiento operativo y administrativo. De hecho, salvo contadas excepciones, las modificaciones que se introdujeron al reglamento están bien sustentadas y están diseñadas para beneficio de los estudiantes. Sin embargo, el no poder inscribir materias una vez iniciado el semestre es un cambio que, en nuestra respetuosa opinión, no tiene sentido y no tendrá un efecto positiva dentro de la Facultad. 

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