Nos quejamos porque el manejo del lenguaje del derecho
está en manos de los abogados, pero después de un sano estudio, la triste
conclusión es que solo ellos logran entenderlo, si es que alguien lo entiende. He
aquí una segunda versión del diccionario involuntario de Derecho.[1]
Por: Laura Aristizábal Borrero
Los
códigos, las leyes, las sentencias y, en otras palabras, el derecho mismo, son
vistos por la gente común como algo inalcanzable, como si la cosa no fuera con
ellos; pero sí, la verdad es que la cosa es con ellos y para ellos, los simples
mortales. Esta es la razón por la cual desarrollé una hipótesis, basada en el
postulado de que el verdadero problema es que todos los demás, es decir,
aquellos que no son abogados, están realmente confundidos. Pero no hay
escapatoria: los códigos dicen, nos guste o no nos guste, que la ignorancia de
la ley no sirve de excusa.
Para
este estudio socio-psico-lingüístico interrogué a unos cuantos “otros”, es
decir, analfabetos jurídicos entre los 4 y los 34 años de edad, acerca de lo
que entendían por esos conceptos que los abogados utilizan regularmente. Estos
fueron los resultados:
Proceso
de deslinde y amojonamiento: “Es el proceso mediante el cual se hacen las
almojábanas” (19 años). “Cirugía que
se hacen las personas para volverse menos lindas, supongo que esto es cuando
además se aumentan de peso para no gustarle a los otros en vez de cortarse la
cara” (16 años).
Capitis
diminutio: “Es
una expresión en italiano para preguntar si el otro entendió” (15 años). “Suena
a la enfermedad que tiene Benjamin Button” (20 años).
Derecho
tributario: “Lo
que le permite la Constitución a los Indígenas” (19 años). “El derecho que
tienen las personas de hacerle sacrificios a Dios” (22 años).
Proceso
monitorio: “El
que hacen las enfermeras como cada cinco minutos en los hospitales para cuidar
a los enfermos” (19 años). “¿La forma en la que las mujeres se hacen rayitos en
el pelo?” (22 años).
Casación:
“Es
lo mismo que un matrimonio pero está mal dicho” (21 años). “Así se le debe
decir al matrimonio por lo civil” (34 años).
Lucro
Cesante: “Un
faraón de Egipto” (13 años). “El masculino de Lucrecia” (16 años).
Patria
potestad: “Un
país, creo que queda en Italia” (15 años). “Un restaurante de la zona G” (16
años). “La razón por la cual el Estado le puede robar a uno” (27 años).
Res
fungible: “Una
vaca que actúa” (16 años) “Algo que se pierde fácilmente” (22 años)
Vínculo
jurídico:
“El nombre de un periódico” (19 años). “Cuando las personas se casan pero no
por amor sino porque les toca” (15 años).
Lavado
de activos: “Es
como un lavado gástrico, a veces lo hacen con un supositorio” (14 años). “¿Las duchas que ponen en los
gimnasios?” (12 años).
Registro
Único de Proponentes: “La
pedida de mano del novio a los papás de la novia” (23 años). “Lo que tiene una persona a la que no
la invitan casi a nada” (17 años).
Judicatura:
“Un
nombre pero de viejita” (20 años). “Una
orquídea” (19 años).
Escisión:
“Es
lo mismo que “decisión” pero dicho por una mamá o por un ñero” (19 años). “Es
un corte profundo que hacen los cirujanos cuando operan” (34 años).
Preterintención:
“Cuando
se estalla el apéndice” (26 años). “Buenas intenciones frente a Dios” (19
años).
Estupro:
“Un
susto muy tremendo” (29 años). “Un
inhalador para el asma” (15 años).
Sucesión
Abintestato: “La vasectomía” (24 años).
Prescripción: “Cuando
te inscribes antes de tiempo” (13 años). “Una descripción anticipada” (10 años).
Litigante: “Cruel”
(13 años). “El que da látigo en los circos” (22 años).
Vicios
del consentimiento: “Cuando tú le dices a tu mamá que tomas y ella está de
acuerdo… que la gente esté de acuerdo con la adicción” (13 años). “Adicción al
sexo” (23 años).
Cuasicontrato: “Digamos
que tu vas a firmar algo conmigo…esto ya casi es un contrato, ya casi se firma
pero todavía no se ha firmado” (13 años).
Acción
redhibitoria: “Cuando uno ya puede cambiar los puntos por premios en
un almacén” (14 años). “La que da el padre después de la confesión” (19 años).
Peculado: “Cuando
mi mamá me lleva a una peluquería y después me echa gel” (5 años). “Algo que tu
peculas, que tu predices” (13 años).
Tutela: “Yo
no me la nada jajaja” (17 años). “Lo que teje mi abuelita” (9 años).
Fiducia: “Una
niña sucia” (5 años). “Pasta en italiano” (11 años). “La Fiscalía” (13 años).
Usucapión:
“Cuando uno busca los piojos” (6 años).
Fideicomiso:
“Una sopa de letras de pasta” (7 años). “Cuando la profe te decomisa el yoyo”
(6 años).
Ejecución
sumaria: “¿Tú no sabes sumar?” (11 años). “Que te acusan de
muchos delitos y te los suman” (13 años).
Amnistía: “Cuando
uno se tiene que arrodillar en la misa” (8 años). “Mi tía Carlota” (4 años).
Indulto: “Mi
papá y mi mamá” (5 años). “¿Tiene que ver con adulto? Ah… algo que tiene que
ver con indulterio… o sea borrachera” (23 años). “Un pequeño que se cree
adulto” (7 años).
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