miércoles, 29 de agosto de 2012

Entrevista a Ernesto Samper


“La columna vertebral  del sistema tiene que ser el metro”


Por: Juanita Fonseca Duffo y Diego Feged Rivera


FORO JAVERIANO: ¿Cuál es su percepción acerca de la movilidad en Bogotá en este momento?

E.S.: El tema de la movilidad de las ciudades se reduce al número de vehículos y a los kilómetros de vías. La única manera de resolver el problema de la movilidad es disminuyendo el número de vehículos o aumentando las vías por las cuales éstos circulan. En Bogotá no se ha construido una vía nueva hace diez años, y los vehículos están aumentando 400.000 por año, lo cual es una locura. Ahí sobresale la necesidad de tener sistemas de transporte masivo, y entre esos sistemas, el Transmilenio y los trenes de cercanías. Sin embargo, la columna vertebral  del sistema tiene que ser el metro: no hay ninguna ciudad de América Latina del tamaño de Bogotá que no tenga ya un sistema de transporte subterráneo como éste. No es que el metro vaya a transportar todos los pasajeros, pero va a movilizar entre el 20 y el 27%; y es un metro muy social, pues cubre toda la ciudad. Alrededor de ese metro, se debe estructurar todo el sistema de transporte. Ya los buses no tendrían que ir desde Soacha hasta Usaquén y recorrerse toda la ciudad, sino que se convierten en alimentadores del metro, y el Transmilenio sería un sistema complementario. En este momento, la gran discusión política que hay en Bogotá es si se hace o no el metro como transporte masivo subterráneo. La discusión sobre el pico y placa debe inscribirse dentro de este marco, porque con el pico y placa se puede racionalizar el flujo de vehículos, pero el problema estructural solamente se logra atacando que esta ciudad construya el metro.

F.J.: En esa medida, ¿qué carácter tiene la medida actual del pico y placa?

E.S.: Yo la veo como una medida absolutamente temporal y accidental, mientras la gente compra un carro con la placa que necesita, que fue lo que pasó con la medida original de Pelañosa. Los distribuidores de carros vendían carros de placas pares e impares según los usuarios necesitaran. Entiendo que la medida a corto plazo ha funcionado, pero a mí me parece que es irrelevante que el problema de la movilidad se reduzca a eso. Es más,  si no hay un metro que le permita a la gente movilizarse con mayor facilidad, la ciudad no se va a destapar.

F.J.: ¿Qué opina de quitar la medida de pico y placa para el año entrante, como lo propone el alcalde Petro?

E.S.: Sería una medida totalmente  temeraria. Aquí no ha cambiado nada, no han construido más calles. Bogotá se desarrolló por meridianos: la primera gran avenida que tuvo fue la Caracas, después la 68, después la Boyacá, después la NQS; y la avenida que se debía construir hacia futuro era la ALO, que es un gran perímetro que le da la vuelta a la ciudad. Mientras que ésta no se construya, el tráfico va a seguir predominando en las calles. Las medidas de fondo no se están implementando. Petro pretende hacer unos tranvías que son bonitos, que son paisaje, pero que sólo van a transportar de 25 a 30 mil personas por día, cuando el metro transporta un millón. Con el metro, sumado a Transmilenio, a los trenes para integrar a los municipios circundantes a Bogotá y a los buses que se integren al sistema, se empezaría a ver una transformación en la movilidad.



F.J.: ¿Se debe invertir para mantener el legado que dejaron alcaldías anteriores, como la de Peñalosa?

E.S.: El Transmilenio fue bueno para las necesidades en ese momento, pero hoy en día es como tener costillas sin tener columna vertebral; el metro es la columna y alrededor de éste se cuelgan las costillas que son el Transmilenio y los alimentadores, entre otros. Además, hay que repavimentar las vías  que han sufrido por el invierno, y empezar a construir más vías arterias. Más Transmilenios no solucionarían el tema porque el nudo está en el centro de la ciudad, es decir, en el área de la plaza de Bolívar y de la calle 26, por donde tienen que pasar aproximadamente el 50% de los pasajeros de la ciudad, y no hay sistema de Transmilenio que sea capaz de pasar a este número de pasajeros sin crear una gran congestión.

F.J.: ¿Cree usted que los ciudadanos de Bogotá tienen la cultura ciudadana para contribuir a que este nuevo sistema cumpla sus objetivos?

E.S.: Yo creo que el Transmilenio nos cambió la mentalidad. La gente se sintió orgullosa de éste y, hasta ahora, sigue funcionando. Sin embargo, a pesar de los cambios en la cultura, la gente todavía tiene que buscar la forma de defenderse.

F.J.: ¿Qué proyección le ve a Bogotá a futuro?

E.S.: Si se sigue con esta improvisación de parte de la Alcaldía, la ciudad va a colapsar. Si se hace lo previsto con el metro, con un sistema de transporte integrado, podríamos llegar a ser una ciudad con estándares modernos.

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