Por: María José Valenzuela Gaviria
Candidata al Concejo de Bogotá
@majvalenzuela
El 30 de octubre será un día definitivo para el futuro de nuestra ciudad y de nuestro país. Será la oportunidad para que los bogotanos podamos renovar el concepto de nuestra ciudad, saliendo a las urnas y depositando un voto de confianza para quien mejor nos represente. Desde hace varios años, pero sobre todo en estos últimos cuatro años, nos enfrentamos a un Cabildo mezquino, que olvidó la razón por la cual fue elegido. Olvidó que eran ellos, quienes por Ley, debían hacer prevalecer los intereses generales sobre los particulares -lo cual sucedió de forma contraria- favoreciendo con sus decisiones y omisiones a los grandes poderes económicos de la contratación.
Haciendo una revisión de quienes integran el Concejo de la ciudad, la mayoría de ellos han sido reelegidos por cuatro o seis periodos consecutivos. A modo de ejemplo, cito casos como los de Omar Mejía Báez, Jorge Duran o Severo Correa, quienes desde que tengo uso de razón pertenecen al Cabildo. Éstos, como muchos otros, tuvieron ya su oportunidad de realizar cambios por nuestra ciudad, pero no lo hicieron. Es por esto que en las próximas elecciones debemos darle la oportunidad a personas diferentes que lleguen al Concejo, para lograr por fin, velar por la prevalencia de los intereses de todos los habitantes.
Este reto no será tarea fácil, pues hoy los bogotanos están desilusionados de sus concejales y de la capacidad de gestión y control político que tienen. No obstante, creo que será la oportunidad para que por medio de figuras jóvenes, honestas y preparadas, le devolvamos la dignidad a nuestra ciudad, desafío que será posible, sólo en la medida en que este organismo sea compuesto por personas serias, comprometidas y que estén allí por convicción, no por conveniencia. De esta manera, lograremos convertir a Bogotá en la ciudad pujante y cosmopolita que todos merecemos.
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