Entrevista a Gabriel Santos García
Candidato a la Cámara de Representantes por Bogotá
Partido Centro Democrático - 104
Entrevista: Juan David Romero
Foro Javeriano: ¿Quién es Gabriel Santos?
Gabriel Santos: Soy abogado de los Andes con estudios en Administración
de Empresas de la Universidad de Virginia. Trabajé alrededor de tres años en
una firma de abogados llamada Gómez Pinzón Zuleta en el área de recursos
naturales. Participé en la campaña a la Alcaldía de Pacho Santos donde yo creo
que fue donde me “picó el bicho de la política”. Después de la campaña me fui a trabajar en el
Congreso de la Republica todo el año siguiente. Estoy acá porque Bogotá es mi
ciudad. Ha sido mi casa, acá esta mi familia y mis amigos. Soy solidario con su
destino y quiero verla grande, moderna y con muchas oportunidades. Soy un fiel
creyente de que hay que volver a la política decente y que se debe hacer con afecto,
cariño y mucho corazón.
¿Cómo transformar
la política y volverla decente?
Lo primero, que es casi obvio, es
que toca acabar con la política tradicional y renovarla. Yo sé que suena
curioso que lo diga un Santos, pero es que la renovación no pasa por un
apellido, por un partido político, ni mucho menos por una orientación ideológica.
La renovación, en mi opinión, es una vocación de servicio público de querer
hacer las cosas bien y de manera diferente. Nosotros los jóvenes nos tenemos
que empoderar y empoderar a una generación nueva de representantes que estén
dispuestos precisamente a eso, a querer hacer las cosas bien y de manera
distinta. Toca empoderar como sea a los jóvenes. Primero que todo, la gente
joven hoy en día detesta la política y no están votando. Esto porque ya están
bajo el entendido que todos los políticos son iguales. La lucha principal se
tiene que dar en contra de la apatía que se está creando frente a la política
porque ahí es donde empieza el problema en el que estamos hoy. Algo que hemos aprendido
es que en una democracia todo mejora cuando uno vota y elige personas
diferentes. Si nos quedamos en esta apatía no vamos hacer nada y vamos a
terminar gobernados por los que tanto critican. Es por eso que cada joven debería
volverse activista de alguna causa que él considere noble. Debe volverse un
fuerte activista de esa causa sea cual sea. Esto hace que él se empodere y que por
medio de su voto empodere a un político para que represente su causa. Es
crucial que vuelva la corresponsabilidad entre el elector y el elegido para
haya una relación sana entre los bogotanos y los congresistas. Así es como se
vuelve a la política decente.
¿Cómo recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones, en
especial en el Congreso de la República?
Cuando empecé la campaña mi padre
me da un consejo que hasta el día de hoy considero uno de los más importantes
que me han dado: “antes de salir a proponer, sal a escuchar a la gente”, y eso
fue lo que hice. La realidad es que Bogotá tiene muchos problemas, pero no
todos los ciudadanos le la dan la misma valoración a los problemas que hay. Es
por eso que empezamos a oír y nos dimos cuenta que una de las mayores preocupaciones
de los bogotanos al igual que de nosotros es la falta de confianza en las
instituciones y en el sistema político. La política del Congreso se está
quedando muy corta para la realidad de los bogotanos, haciendo que se esté
alejando cada vez más al elector del sistema político. Se termina creando un
espacio cada vez más grande para que se llene de políticos mediocres y
corruptos. Esto inevitablemente termina contribuyendo tanto a la corrupción
como el político corrupto. Lo primero que hay que hacer es cambiar la forma
como se ve la política en este país. ¿Eso cómo hace? Liderando con ejemplo, no
hay otra forma. Yo puedo tener un discurso muy bonito, pero si no hago nada más
aparte del discurso bonito lo único que estaría contribuyendo es al estereotipo
del congresista flojo, mentiroso y tradicional. Nuestro primer compromiso de
liderar con ejemplo fue liderar con honestidad. Durante la campaña varias veces
le dije que no a muchas peticiones de los ciudadanos diciéndoles que lo que me
estaban pidiendo estaba afuera de las facultades de un congresista. Por un lado,
la gente a veces salía molesta, pero por otro lado la gente quedaba sorprendida
al igual que agradecida por la honestidad que mostrábamos. La gente no está
acostumbrada a que le digan que no en época electoral. Lo que nosotros hicimos fue
llegar a compromisos muy pequeños y puntuales que de verdad pudiéramos cumplir.
¿Cuáles son esos temas claves a resolver en Bogotá?
El primero es la delincuencia y la seguridad
ciudadana. Hay que modernizar la forma en que se ve la seguridad en la ciudad.
El pie de fuerza no soluciona el problema de manera estructural. Necesitamos
sistemas integrados de tecnología que permitan aumentar la percepción de la
seguridad para poder solventar los problemas que los humanos no vemos. Uno
puede llenar la ciudad de cámaras, pero por sí solas no sirven de nada. Tenemos
que meterle inteligencia artificial a este asunto. Meterle inteligencia
artificial al uso de las cámaras por medio de algoritmos que ayudan a predecir
cuáles son los sitios con mayor índice de delincuencia. Ahí es cuando entra el
humano a valorar y planear las estrategias adecuadas. Igualmente consideramos que,
aunque sí es necesario pedir pie de fuerza al gobierno, es complicado que pase
por el alto costo y el tiempo que se requiere. Por eso proponemos la policía cívica.
Policías y militares con vocación de servicio que ya tienen entrenamiento.
Gente que sería dotada de radios y de armas no letales para que se concentren
en atacar la inseguridad de dos puntos clave: colegios y parques.
Para lograr esto se necesita un CONPES de Seguridad
y Política Urbana que realmente le permite a las alcaldías y concejos poder
legislar sobre una política integral para este tema. Desde esta campaña estamos
proponiendo trabajar de la mano del el Gobierno Nacional para poder llegar a
cumplir este objetivo.
El segundo es el tema de la corrupción. Necesitamos
políticos que les duela esta ciudad y que les duela la plata de los bogotanos.
Hay algo que me tiene muy preocupado y es la contratación en Bogotá. Por
ejemplo, dentro de los contratos del metro quedó pactado que cualquier
sobrecosto que haya lo tiene que asumir la Alcaldía. Un sobrecosto en un
proyecto que empieza valiendo 13 billones es plata que no tiene la ciudad y que
nos dejaría ante la inminente quiebra de la ciudad. ¿Cuál es nuestra propuesta?
Lo que nosotros llamamos "No Más Sorpresas.” Vamos a coger 10 megacontratos
que tenga la ciudad y voy a dedicar mi UTL (Unidad de Trabajo Legislativo) a
estar haciendo un tipo de control desde el momento que se abra la licitación
que es donde usualmente empieza la corrupción hasta el momento en que se
entregue la obra. Lo que queremos es que sea el mismo director de la ANI el que
le rinda cuentas a nuestra oficina del Congreso. En Colombia se roban 50
billones de pesos al año. Imagínese esos 50 billones invertidos en educación pública,
en salud pública o en infraestructura. Con lo que queremos ahorrar a la gente
por medio de este control se podría ver un cambio significativo en el mismo
país.
Hay una preocupación en los
estudiantes sobre el desempleo, ¿cómo se puede manejar el problema desde lo
legislativo?
El desempleo juvenil está por encima del doble del
desempleo a nivel nacional y esto debería alarmar no solo a jóvenes sino a toda
Colombia. Esto significa que el Estado está logrando educar a una generación y
se nos queda muy corta la oferta laboral. Lo que queremos buscar es una
política pública que le dé un verdadero beneficio material al empleador para
que esto cambie. ¿Cuál ha sido la excusa siempre del empleador? Que el joven no
tiene experiencia profesional. Es por eso que buscamos tramitar un proyecto de
ley donde las necesidades de ambas partes se junten. Se le dará un beneficio
material a las empresas, el cual consiste en la reducción del IVA en bienes de
capital y de producción. Somos conscientes que este beneficio nos causaría un
déficit de casi 8 billones, pero solo se va a dar a dar bajo una condición y es
que que contraten a los recién graduados o los estudiantes que estén en los
últimos semestres de la universidad.
¿Cuál es el mensaje para los jóvenes para que salgan a votar en estas
elecciones?
Yo creo que no hay una elección más importante desde
la Constitución de 1991. Van a tener voz dentro del Congreso gente con la que
estoy en profundo desacuerdo. Yo no creo que de ninguna manera un criminal de
lesa humanidad deba tener la posibilidad de llegar al Congreso. Creo que si se
les iba a dar participación política era de otra manera. Nosotros tenemos que
tener pantalones para votar por gente que verdaderamente nos representen. Votar
por personas que ,cuando las FARC presenten un proyecto de ley que vaya en
contra de los intereses de los ciudadanos, tengan los pantalones para luchar
con ideas a favor de los colombianos. Vamos a llegar al Congreso a exigir que
se respeten los derechos de las víctimas, que en mi opinión no fueron el centro
de este proceso. Vamos a llegar a mostrarles la verdadera cara de las victimas
que no han satisfecho. Si hay jóvenes que creen que esta es su causa, tienen en
mí un amigo y representante. Los jóvenes tenemos una obligación hoy en día de
decidir sobre el país que queremos y que no sean los políticos tradicionales
que nos dejen el país que ellos quieren tener.
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