lunes, 7 de marzo de 2016

Crónica

Congreso: La Javeriana en la Constituyente y la Constitución en la Javeriana.

Grandes personalidades asistieron al evento. Desde profesores internacionales, pasando por profesores de la facultad, hasta especialistas y ex-constituyentes. Gaitán Mahecha y Francisco de Roux fueron los grandes protagonistas.

Autor: Juan José Díaz Martínez
      
Desde el martes 2 hasta el viernes 5 de febrero, se llevó acabo en la Universidad Javeriana el congreso “La Javeriana en la Constituyente y la Constitución en la Javeriana”, para conmemorar los 25 años de la Asamblea Nacional Constituyente y la Constitución de 1991. Se discutieron temas ligados especialmente a la Institución, a la experiencia de los egresados de la Facultad que participaron en dicha Asamblea, así como también la tarea de los egresados en la Corte Constitucional y el rigor académico de la facultad en temas constitucionales.
     
El padre rector, Jorge Humberto Peláez SJ, instaló el congreso. Posteriormente, Eduardo Posada Carbó hizo una excelente ponencia sobre la historia constitucional de nuestro país. Y finalmente, se rindió un sentido homenaje al ex-constituyente javeriano, Augusto Ramírez Ocampo. Dentro de los invitados internacionales – a quienes, por cierto, se les vio satisfechos por la manera como se había realizado el congreso – abordaron temas de gran vigencia en el mundo jurídico y político, nutriendo la discusión desde sus propios contextos. Sin lugar a duda fue un privilegio escuchar ponencias de tan alto nivel, con un contenido académico tan amplio que dejó planteados un gran número de interrogantes sobre el curso que están tomando los temas constitucionales.

Los alemanes Josef Isensee, Rudolf Mellinghoff, y el gran Mathias Herdegen, desarrollaron principalmente temas sobre la libertad y seguridad, activismo judicial, rigidez y elasticidad. Los italianos, Andrea Pisaneschi, Paolo Comanducci y Massimo Luciani, le dieron mayor actualidad en sus ponencias, abordando las relaciones entre ordenamientos constitucionales e internacionales, el control de constitucionalidad y el neoconstitucionalismo, y la interpretación constitucional. Sólo uno de ellos hablaba español y las traducciones le dificultaron al público la comprensión de sus ponencias. Por otro lado, el venezolano Allan Brewer, expuso las dificultades del desarrollo de la Constitución en Venezuela. El uruguayo Martín Risso y el argentino Eugenio Palazzo hablaron sobre los nuevos actores y roles en la justicia y la constitución en el siglo XXI.

Paralelamente, la disidencia entre dos compatriotas españoles, Eloy García y Javier Peréz Rozo, llamó mucho la atención. El primero comparó los contextos españoles y colombianos de una manera bastante optimista; mientras que el segundo enfatizó en el poder de reforma como una asignatura pendiente, en especial de España, y sin ningún tipo de tapujos, predijo la venida de una tercera república española.

Humberto de la Calle y Martha Lucía Ramírez brillaron por su ausencia a través de un video-ponencia y un representante, respectivamente. El Dr. Carlos Ignacio Jaramillo tampoco pudo estar presente.

Dentro del profesorado javeriano hubo panelistas realmente destacados: Gustavo Zafra, Vanessa Suelt, Alfonso Miranda. Fueron notables las presentaciones de Álvaro Motta, Roberto Vidal, Hernando Yepes y, por supuesto, excepcional el discurso tanto de Juan Carlos Esguerra como del decano Julio Andrés Sampedro. Nilson Pinilla abogó por la pulcritud y la ética dentro de las instituciones públicas, pero llamó la atención la agresividad de su discurso, donde calificó a varios magistrados, al congreso, y a Jorge Pretelt como bandidos. Exigió la renuncia de este último, a lo que el público reaccionó con aplausos. El maestro Bernardo Gaitán Mahecha, quien nos dio muestra de su gran experiencia y sabiduría más allá de lo penal, dio una verdadera cátedra sobre la democracia.

Sin lugar a duda, el más destacado fue el padre Francisco De Roux SJ, ex-provincial de la compañía de Jesús. Éramos pocos los que lo conocíamos bien, pero quienes lo hacemos sentimos por él una profunda admiración. Fue realmente emocionante. Por un instante, se sintió como si 6 millones de víctimas hablaran a través de su voz un tanto temblorosa. Fue el rostro del dolor humano en el conflicto. Al final de su discurso, con los ojos aguados y la piel erizada, homenajeamos a un hombre cuyas enseñanzas sobre la paz y la reconciliación deben de tener más espacio en la opinión pública.
Agradecemos especialmente al Dr. Hernando Yepes Arcila por su arduo trabajo para que el congreso fuera lo que fue: una gran experiencia con indudable éxito.


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