martes, 17 de noviembre de 2015

Qué hacer y qué no hacer en la fiesta de la facultad

Fiesta de la Facultad



¿Es de los que espera todo el semestre a que sea la fiesta de la facultad? ¿Ha hecho alguna vez el oso en la fiesta? ¿Ha sobrevivido a las eternas clases de siete de los profesores que les gusta ver sufrir a los estudiantes? Preste mucha atención al siguiente artículo.

Llega la mitad del semestre y con ella un evento que los estudiantes de derecho esperan desde el primer día (no señor, no es el natalicio del padre Giraldo): Se trata de la tradicional fiesta de la facultad. Cada seis meses, las mujeres hacen plan para comprar un vestido que resalte el corpus y despierte en ellos el animus, mientras que la población masculina dedica largas jornadas a debatir sobre sus posibles objetivos. Durante toda esa semana –especialmente el jueves- la facultad se paraliza, y todos nos tenemos que aguantar a los de décimo quienes, como loros, sólo pueden pronunciar la frase: “Por favor, cómprame la boleta a mí”.

Aún así, no todo es perfecto. Aunque la fiesta se presta para una noche inolvidable, también se presta para osos inmemorables. Para que esto no le ocurra, y sólo tenga un buen recuerdo de la fiesta - si es que tendrá recuerdo alguno-, no se pierda los siguientes tips que FORO JAVERIANO le facilitará,  y que podrán serle sumamente útiles:

·      Si bien los osos en la fiesta de la facultad son incómodos, no se comparan a aquellos que ocurren antes. Recuerde que el jueves a las 11 de la mañana todos siguen sobrios, y no olvidarán tan fácilmente lo que pase en ese momento. Por eso, le recomendamos no vender su dignidad por una boleta si no quiere ser reconocido como el que cayó en las garras de los estudiantes de décimo, quienes harán lo posible para ponerlo a bailar champeta en frente de todo el Giraldo. Pague los $25.000 y ya.

·      Es verdad que la euforia se apodera de todos nosotros, sobre todo antes de la fiesta. Pero no se emocione, tantos brindis con sus amigos pueden generar que a duras penas llegue a la puerta de la van. Recuerde que tiene toda una noche por delante.

·      Si siguió nuestro consejo anterior y llegó a Andrés en sus cinco sentidos, felicitaciones. Si lo siguió a medias, y llegó apenas con cuatro de ellos, tenga cuidado: Si ve algún profesor, ni se le acerque. Puede cometer el craso error de tirársele encima para darle un abrazo como si fuera su amigo de toda la vida.


·      Por favor, se lo suplicamos, no haga chistes jurídicos durante la fiesta. Ni se le ocurra romper el hielo con “yo tan de oficio y tu tan petición de parte” o algo de ese estilo; tenga por seguro que la va a espantar.

·      Tampoco le ruegue a nadie.  No trate como magistrado al que lo trata como juez promiscuo municipal (y aprenda de nosotros, que nos estamos ahorrando el chiste de “promiscuo”).          

·      Evite las peleas a toda costa. Sí, sabemos que le tiene bronca a ese que se hizo con usted en el grupo y el día de la exposición no llevó la USB, o a ese que tiene la bonita costumbre de hacerle preguntas al profesor a las 12:59:59 p.m., pero evítese el mal rato o la retirada del establecimiento.           

·      Niñas: Eso de “todos los hombres son iguales” déjenselo a la constitución. Dense la oportunidad de elegir. Inclusive, puede que el profesor asistente de una clase las invita a bailar. Tengan en cuenta que en el 89% de los casos ellos hacen los quices, y en el 99% los corrigen. Así que no sean tímidas, denle una oportunidad, y verán cómo sus notas en esa materia van a mejorar sustancialmente.
Si tiene eso claro, y logra seguir nuestros consejos, todavía no se confíe. Lo que haga al otro día puede ser aún más importante:
·      Esto es muy importante: Desayune con sus amigos al otro día. Puede que usted crea que se portó muy bien, pero sus amigos son los mejores para desvirtuar esa presunción. Ellos pueden guiarlo sobre sus andanzas la noche anterior.

·      Y si el desayuno es en la cafetería del Giraldo después de clase de 7 a.m. por favor, no lleve gafas de sol. Por más de que se esté muriendo, no haga ese oso.

·      Primíparos: Si fueron tan afortunados de levantarse a esa veterana de décimo que los tenía locos, por favor, POR FAVOR, no la saluden de beso el lunes en la cafetería. (No, tampoco vale saludarla por Facebook).

·      Por último, si nada de lo que le dijimos anteriormente le sirvió y usted prefirió quedarse con la culpa que con las ganas, o estuvo toda la noche con alguna ingeniera no muy agraciada, niéguelo, simplemente niéguelo todo. Recuerde que todo el mundo se presume inocente hasta que se demuestre lo contrario; y ruegue por que no haya ningún testigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario