martes, 30 de agosto de 2016

Nuevo plan de estudios

Estamos en obra



Teniendo en cuenta que ya más de la mitad de la carrera se encuentra cursando el nuevo plan de estudios, FORO JAVERIANO hace un análisis sobre este gran cambio.

Autor: Stephanie Yepes Gutermilch

Desde el primer semestre de 2014 entró a regir el nuevo plan de estudios. FORO JAVERIANO habló con el Decano, el Director de carrera y con los alumnos para realizar un análisis integral sobre las virtudes y falencias que este representa. Es evidente que este cambio afecta a toda la comunidad de nuestra Facultad y eso que aún falta camino por recorrer. A partir de este artículo se pretende solucionar algunas de las inquietudes que el tema ha generado.

Algunos se preguntarán el motivo por el cual se decidió adoptar un nuevo plan de estudios. Este no fue propuesto ni ha sido realizado por una sola persona sino todo lo contrario. Se ha intentado articular todas las ramas y departamentos de la Facultad para darle frente a los cambios sociales, políticos y económicos, como también a los relacionados con metodologías y contenidos nuevos para la enseñanza del derecho. En su momento se realizaron una serie de recomendaciones para la “reacreditación institucional” y para darle a nuestra carrera una mayor flexibilidad. Así, este proyecto común se comenzó a elaborar desde hace más de tres años, de la mano de los directores de cada departamento y anterior Decano.

En cuanto a las ventajas que el nuevo pénsum le brinda a los estudiantes está una mayor coherencia y mejor articulación entre los departamentos, pues estos no son y no pueden ser unidades apartes sino que deben realizar un trabajo conjunto para lograr esa visión global de facultad que se está empezando a implementar. Estas virtudes son al mismo tiempo retos, pues poner en vigencia este nuevo proyecto no ha sido un proceso fácil.  

Comencemos por los énfasis que regirán a partir del próximo semestre. En su momento se buscó que los estudiantes pudieran, desde su pregrado, planear su posgrado en la Facultad y que ciertas materias que cursen sirvan como base para ello. Esto implica un reto inmenso puesto que se deben revisar esquemas y contenidos de áreas que siempre han estado separadas, por lo menos académicamente. Los énfasis en Derechos Humanos y Justicia Social, Dinámica Estatal y Ciudadanía, Derecho Comercial Internacional y en Derecho de Daños y Derecho Empresarial, se integran por un grupo de cinco materias, de cuatro créditos cada una. Esto facilita a los estudiantes a visibilizar dónde y cómo se quieren situar profesionalmente. Lo anterior no implica un cambio en el título de abogado, ni reemplaza las materias electivas, como tampoco hace que equivocarse genere un impacto negativo para los estudiantes. Se estableció como obligatorio ver veinte créditos de énfasis, de los cuales doce deben ser de un mismo énfasis y los ocho restantes se pueden ver en el mismo o se pueden ver en otras materias complementarias.

Lo anterior pretende articular con las prácticas y con el consultorio jurídico. Esto a su vez configura un gran desafío, puesto que lo que se ha detectado como una gran falencia en la realidad, supone una restructuración total para poder adaptarse a los nuevos cambios de la Facultad. Se busca que los alumnos puedan escoger el lugar donde desean hacer sus prácticas y posteriormente el consultorio jurídico, conforme al énfasis que han elegido. Para ello hay una comisión delegada que busca generar un nuevo proyecto que haga esta articulación.

Entre los problemas, tener en vigencia dos planes de estudio a la vez supone una carga adicional. El traslado de ciertas materias a los primeros semestres implica hacer un ajuste en el contenido y la metodología de enseñanza para que los alumnos no requieran tener un conocimiento previo igual que los del pénsum anterior. Además la restructuración de las asignaturas ha implicado que se tengan que abrir seis cursos para dictarlas al mismo tiempo pero suponiendo grados de conocimientos previos diferentes.

En cuanto a las críticas que se han recibido, sobra decir que no siempre los cambios son fáciles de asimilar. Se puede decir que, al igual que toda obra, genera incomodidades pero es necesario hacerlas. Sin embargo, antes de finalizar el semestre, se pretende realizar encuentros para explicarles a los estudiantes qué es el énfasis, cómo funciona, qué materias tiene y así solucionar todas las inquietudes que se han generado.


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