“En el aborto habla el cuerpo, y ese es de mujer”
Por: Centro de
Estudios de género y sexualidades no normativas
Facultad de Ciencias Jurídicas
“¡Asesinos!”,
era lo que gritaban desde las barras después de la votación del proyecto de Ley
que proponía penalizar el aborto. Esta propuesta de modificación constitucional
pretendía incluir en la Constitución la protección de la vida desde la
concepción, intentando cerrar la eterna discusión que en concreto y abstracto
se tiene sobre en qué momento inicia la vida. Elevarlo a rango constitucional
deja cerrada la discusión y pone el adjetivo de criminal a aquellas personas
que interrumpan su embarazo de manera voluntaria.
Aunque el proyecto se
hundió el pasado 12 de octubre en comisión primera del senado con una votación
de 9 votos a favor del archivo del proyecto contra 7 votos en contra del
archivo, deja claro que la discusión está en el escenario público.
Teniendo en cuenta la
columna de Florence Tomas del pasado 11 de octubre, pretendemos primero
preguntarnos por ¿quiénes son los que están sintiendo el cuerpo de la mujer? De
los 16 congresistas solo había una mujer (Karime Mota), quien en último momento
cambió su voto, a favor del archivo. Es así como creemos necesario preguntarnos
si estos hombres –los 15 restantes- se han puesto en el lugar de la mujer
violada, o de la mujer que guarda en su útero un feto con malformaciones o ha
estado en la situación de tener que decidir entre su vida y la del feto, esto,
señoras y señores, se trata de poner en concreto la norma, sin pretender llevar
a la sociedad colombiana a decir “estoy a favor o en contra de la vida” porque
eso nos lleva a hablar entre antagónicos, sin escucharnos, sin tener en cuenta
al otro, porque aquellos que estén a favor del aborto automáticamente son
“asesinos”.
Se está decidiendo qué
puede hacer la mujer para interrumpir el embarazo de forma segura para ella, es
ella la que protagoniza esta historia, en ningún caso es el Congreso, la Corte
Constitucional, el Procurador Ordoñez o los médicos que lo practican, porque es
la mujer la que decide, la que siente, la que en su cuerpo tendrá una marca que
no se borrará así el día de mañana despenalicen el aborto.
Por eso, hoy los
invitamos a que analicen el debate, más allá de lo acontecido en el Congreso,
porque ya hay una historia de esta lucha que inicia con movimientos sociales
fuertes y sigue con decisiones controversiales en la Corte Constitucional, y se
completa con la aplicación conflictiva de parte de los hospitales a nivel
nacional de la orden de la Corte Constitucional. Es así como la discusión está
en nuestra casa, nuestras aulas y nuestro cuerpo.
Con esta invitación no
estamos pretendiendo que todos estemos del lado a favor o en contra, sino que
los y las invitamos a que desde la Facultad de Derecho de la Pontificia
Universidad Javeriana pensemos problemas como el del aborto, desde el sujeto
afectado; la mujer. Porque lo que allí se está discutiendo es la capacidad de
decidir sobre sí mismo, esa capacidad de autodeterminación que está negada para
los vulnerables.
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