sábado, 22 de mayo de 2010

ENTREVISTA NOEMÍ SANÍN


Foro Javeriano: ¿Qué piensa usted que es lo que hace a las mujeres distintas de los hombres? ¿Y qué influencia tiene esto en la política?

Noemí Sanin: Somos iguales en muchísimas cosas y diferentes en algunas. No quiere decir que esto nos haga mejores o peores. La antropología y la historia nos han colocado en diferentes papeles económicos, sociales y familiares, la naturaleza en diferentes roles. El no protagonismo de la mujer en la política indiscutiblemente ha incidido en que muchos temas prioritarios han sido manejados tradicionalmente como temas de primeras damas, cuando tienen nada más y nada menos que ver con la calidad de vida.

F. J.: ¿Para usted qué significa ser abogada Javeriana?

N. S.: Significa gratitud, compromiso y responsabilidad ética.

F. J.: ¿Cuáles son los beneficios concretos que traería su gobierno para los jóvenes?

N. S.: Yo concibo el desarrollo en términos de desarrollo humano y no del simple crecimiento del PIB. No podemos desperdiciar las capacidades ni de un solo colombiano. Por eso mi política se basará en que nuestros niños reciban el apoyo del Estado desde el nacimiento, durante la educación y con políticas claras que permitan a los jóvenes el empleo y especialmente el emprendimiento. Para liberar ese espíritu emprendedor de los jóvenes vamos a fortalecer la capacitación desde la educación media con el bachillerato Sena. Ampliar cupos y créditos del Icetex permitiendo que puedan pagar sus créditos con servicio social y fortalecer el fondo de capital semilla para que los jóvenes puedan establecer sus propias empresas.

F. J.: ¿Qué piensa usted sobre la política asistencialista y qué hará usted como Presidente cuando estos recursos se acaben?

N. S.: La política asistencialista no debe confundirse con la necesaria política para acabar la miseria y derrotar la pobreza. Los subsidios como familias en acción, siempre y cuando estén bien focalizados, permiten romper el círculo vicioso en el cual la pobreza genera más pobreza. En el caso colombiano, la pobreza, el maltrato y la desnutrición están reproduciendo en muchos casos ese mismo círculo de abuso y pobreza que además está destruyendo la familia como núcleo básico de nuestra sociedad. Por eso además de los subsidios se requiere una política pública que proteja especialmente a las mujeres y a sus hijos con apoyo económico a ellas y sicológico a toda la familia.

F. J.: ¿Si como Presidente usted se hubiera encontrado en la misma situación en la que se encontró el gobierno en Diciembre frente a la salud, hubiera usted declarado la emergencia social o hubiera tramitado un proyecto de ley en el congreso?

N. S.: Las emergencias se deben utilizar precisamente para situaciones emergentes, nuevas, y la crisis de la salud fue la crónica de una muerte anunciada. El país destina 7.5 % del PIB a salud. Se requiere administrar bien, acabar la corrupción en el sistema subsidiado, permitir que a la gente que consiga trabajo le permitan recuperar el subsidio cuando esté nuevamente desempleado, reducir los costos de los medicamentos. Por lo general cuando se hace una reforma para conseguir más plata sin tocar los problemas de fondo eso no sale bien.

F. J.: ¿Cuál cree usted que sería el mayor cambió si una mujer llegara a la presidencia?

N. S.: Ese es el verdadero cambio. Nosotras tenemos una manera de enfrentar los problemas que está dando resultados en el mundo. La revolución de Gran Bretaña la hizo Margaret Tatcher y tanto Angela Merkel como Michele Bachelet hicieron grandes presidencias. Voy a demostrar que al elegirme, además de la firmeza habrá una sensibilidad diferente en el enfoque y la solución de problemas como la pobreza y la discriminación. Y habrá pulcritud total en el manejo de los dineros públicos.

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