El futuro de la radio está a punto de embarcarse en un camino importantísimo
Desde hace varias décadas se viene prediciendo el fin de los tiempos para la radio. La televisión no pudo aniquilarla, pero al parecer la radio como la conocemos –en AM y FM– puede desaparecer para darle paso a la radio digital.
Autor: Pedro Vergara
Este año empezó con una sacudida violenta a la radio tradicional: Noruega oficialmente empezó su misión para ser el primer país sin radio FM. Esto se llevaba discutiendo hace algunos años, y el ministro de cultura había anunciado que el proceso definitivo empezaría el 11 de enero del presente año, para que en este diciembre el país nórdico sea el primer país sin transmitir estas frecuencias. Esto para darle paso a la radio digital, cuyo argumento principal es su bajo costo y accesibilidad para que todo el mundo pueda tener su propio programa de radio.
Ya algunas emisoras se desconectaron del todo, mientras que algunas siguen en la transición. El mundo de la radio ahora se rasca la cabeza y trata de responder una enorme pregunta: ¿acaso estamos listos para este cambio?, ¿acaso Noruega lo está?
Para poder responder esto, necesitamos un poco de charla técnica, porque obviamente este tema no es nada sencillo, menos aún con la ínfima cultura radial que tenemos en nuestro país, así que trataré de ser lo más básico posible. Para poder escuchar radio digital, necesitamos reproductores DAB (digital audio broadcasting). Este dispositivo, a diferencia del aparato en tu carro o de tu celular viejo, no recibe ondas, recibe datos. Para nombrar pocos ejemplares, tu computador y tu smartphone son DAB. También hay DABs que tienen aspecto de radios normales, pero es más fácil ver una vaca voladora que ese dispositivo acá en Colombia.
Todo suena bien, ¿no? Ahora las emisiones serán menos costosas y estará mucho más democratizado. Ahora no solo será el monopolio Caracol-RCN sino que hasta tu vecino podrá transmitir cualquier idiotez que se le ocurra. ¿O cuántos de nosotros no quiere ser DJ, poner la música que a uno le gusta y que esté alguien, sea tu padre o un joven demasiado desocupado en Jakarta, escuchando y bailando, compartiendo nuestros mismos gustos musicales? Buenísimo, ¿no? Ya sé lo que están pensando, que dónde firman para empezar.
Calmados que no todo es color rosa. Hay un fuerte debate que se centra en la preparación que tiene Noruega –posteriormente el mundo entero– para enfrentar esta nueva realidad. Uno de los problemas que más acongojan a los expertos y radioescuchas es la calidad de la emisión. Actualmente la mayoría de dispositivos DABs comerciales y portables no están preparados para reproducir con la mejor calidad el producto del streaming. A su vez, no todas las fuentes –en este caso los emisores– cuentan con la mejor calidad para salir al aire. Esto si es que te entra el internet. En Noruega parece andar estable ese asunto, ¿pero se imaginan acá?, ¿o es que soy el único al que se le cae el internet cada rato en la casa? Si creen que es estresante que el video superimportante que estén viendo en Youtube se les trabe de vez en cuando, imagínense escuchar una canción que se corta cada cinco segundos en el carro. Pégueme un tiro en la cabeza, más bien.
Otra desventaja, que la presentamos como una ventaja, es la demanda infinita. Sí, increíble que ahora tu vecino diga estupideces en la radio, pero no me alcanzo a imaginar el monumental tedio de tener que buscar un programa interesante entre mil de vecinos diciendo estupideces.
El futuro es ahora, y se ve prometedor con la democratización de la radio, pero de nada nos sirve esto si no estamos preparados aún. Y si Noruega está discutiendo sobre problemas técnicos, ¿acá cómo va a ser ese rollo? Para poder escuchar sin problemas radio en internet necesitamos… así es, buena conexión. Ya todos sabemos que Colombia pierde el año en ese departamento, y si primero no se soluciona eso, ¿para qué seguir hablando y soñando sobre el futuro radial que nos espera?
No hay comentarios:
Publicar un comentario